Bolsos los amantes favoritos de la mujer

Las historia tras los bolsos Abaccino

Es como si siempre hubiéramos intuido que los bolsos – y no los diamantes- son los mejores amigos de una mujer. Al menos, esta es la conclusión a la que llega un estudio social publicado en Alemania. Según éste, en el armario de una mujer europea media, cuelgan entre 5 y 20 bolsos, una cantidad que, por regla general, aumenta como mínimo en un 20 por ciento más al año. Las mujeres que se llevan la palma en tema de bolsos son, por cierto, las italianas.

La cifra puede aumentar efectivamente hasta 60 bolsos por mujer y armario. Inquietante, verdad? Pero un hombre de carne es otro de sufrimiento.

En todo caso, a Toni Vadell y a su hermano Sebastià, que viven en el pequeño pueblo de Petra en Manacor, el hecho de que los bolsos sean el accesorio de moda más deseado por la mujer a nivel mundial, les confiere sin duda una sólida base para su negocio. Hace diez años que ambos hermanos se dedican a fabricar los bolsos de diseño bajo la marca „Abaccino“ con creciente éxito. Alrededor de 100.000 bolsos Abaccino se venden anualmente en todo el mundo y la marca de moda dispone entretanto de representaciones comerciales en más de una decena de países y se encuentra en las tiendas de las mayores metrópolis europeas de moda, tales como Paris, Londres o Barcelona.

El hecho de que el volúmen de ventas de los productores de bolsos se haya visto incrementado incluso en los dos últimos años de crisis en más de un 20 por ciento, Toni Vadell no lo achaca únicamente al sólido y propio concepto de empresa. „ Con nuestro producto hemos descubierto un auténtico hueco en el mercado. Nuestro éxito se basa en graciosos y modernos diseños a precios asequibles. Nuestros bolsos de mano y en bandolera están pensados tanto para mujeres jóvenes como para mujeres más maduras“, dice Vadell. Por este motivo, ningún bolso Abaccino baja de los 40 eur, ni sube por encima de los 150 eur. Algo muy importante que también ha contribuido al éxito es el estilo de los bolsos. „Nuestro diseño ligero, fresco y mediterráneo tiene muy buena acogida entre las mujeres y al mismo tiempo es la clave de nuestro éxito internacional.“ En la fabricación de los bolsos se utilizan colores claros y modernos, incluso también materiales sintéticos, todos ellos producidos en Asia. „ Para poder conseguir las mismas condiciones de producción en Mallorca, tendríamos que contratar a más de 200 trabajadores. Y esto sería impagable“, explica Vadell. Aún así, la sede comercial con su tienda anexa, un departamento de administración y un taller de creación, en el que trabajan en total de más de 20 empleados, se encuentra en Petra.

Allí es donde en los años 70 el padre de Toni y Sebastià Vadell comenzó a coser bolsos de auténtico cuero de cerdo para los turistas y que se vendieron con una enorme salida en las tiendas de souvenirs y en pequeñas boutiques de los pueblos costeros. A finales de los años 90 los hijos decidieron hacerse cargo definitivamente del negocio. Entretanto, Toni había estudiado diseño de producción y Sebastià era diplomado en económicas. Ambos se percataron de inmediato de que los tiempos habían cambiado y de que la competencia se había vuelto mayor y más poderosa. „ En aquel momento, la tienda de souvenirs en la isla ya se había llenado de productos baratos de China. Finalmente, sólo nos quedaba un camino a seguir si queríamos sobrevivir a largo plazo; buscar, encontrar y explotar nuevos mercados“, dice Vadell. Queríamos sacar un producto nuevo e internacional“. Para ello, primero debíamos encontrar un nombre apropiado para la nueva marca de moda.

„Finalmente nos decidimos por la palabra italiana abaccino. Simplemente sonaba elegante. Y en realidad significa algo como „sobresaliente“, pero se utiliza muy poco. Probablemente, pocos italianos saben realmente que existe esta palabra“, comenta el joven mallorquín de 34 años con una sonrisa.

Mientras su hermano tres años mayor que él se ocupa del buen funcionamiento de los números de la empresa, Toni lleva el tema del diseño y del marketing. Anualmente se producen hasta cuatro colecciones que acaban en el mercado a través de una red de comercialización mundial. „ Evidentemente, cada país tiene sus preferencias en cuanto a los gustos de la moda y estas preferencias ya las tenemos en cuenta en el proceso de diseño. „Mientras los británicos y los alemanes prefieren más bien los diseños sencillos y elegantes, los rusos prefieren un bolso con un look más llamativo y ostentoso.

Por supuesto, el producto no se vende por sí mismo, sinó que todo lo contrario. A parte de las tiendas para los compradores al por mayor, la elaboración de catálogos a color para cada nueva colección así como la realización de campañanas publicitarias internacionales en los medios impresos, la empresa Abaccino también participa en todas las ferias destacadas con sus bolsos Made in Mallorca.“ La moda es un negocio muy efímero. Quien se duerme en los laureles, se va rápido al garete. Sólo aquél que busca e inicia nuevos caminos, tiene la oportunidad de permanecer largo tiempo en el negocio“, cree Vadell. Prueba de ello es el éxito de varias marcas antiguas regionales, como por ejemplo los fabricantes de zapatos Camper o la fábrica de perlas artificiales Majorica.

A pesar de del éxito de su empresa, Toni Vadell no se toma ningún descanso. En la actualidad está trabajando en un nuevo proyecto. „ Estamos montando una plataforma de internet a través de la cual nuestros clientes pueden ver y comprar nuestros productos a nivel mundial“. Según Vadell, en unos cuantos años pretenden vender la mitad de la producción anual de Abaccino a través de la web mundial. Naturalmente, la condición para ello es que la demanda de los bolsos siga manteniéndose. Pero por qué no debería ser así?

Según el estudio social mencionado al principio, el bolso de mano seguirá siendo en los próximos años probablemente el acompañante más importante de chicas, mujeres y damas.

Aún así, es inquietante el hecho de que las mujeres pasan 76 días de su vida rebuscando en su propio bolso. Y qué hacemos los hombre durante este tiempo? Pues eso, movemos la cabeza con incredulidad.