“…y respirar”. Chetana cierra los ojos, inspira profundamente y exhala. “Lo hago conscientemente unas cuantas veces al día”, dice, “para detener el piloto automático de la mente, cambiar de marcha y volver a mí misma”. Chetana da prioridad al momento presente, encontrando espacio y calma en nuestro continuo flujo de pensamientos. La mente, a la que Buda se refería como “un mono bailarín”, es lo que Chetana se encarga de relajar. Por eso, en el centro de bienestar Bodhana ofrece mucho más que tratamientos de masaje. “Creamos una experiencia, un espacio acogedor y con amor. Es una fusión de muchos detalles, como música suave, aromas maravillosos, calidez de las velas, colores acogedores, toallas suaves y mullidas…”, dice, antes de destacar su regalo más importante: “La presencia”.
Desde los masajes hasta la meditación y los cursos de crecimiento personal, Chetana ha pasado las dos últimas décadas trayendo su experiencia en filosofía oriental al Mediterráneo. Con la ayuda de su equipo holístico y terapéutico en Bodhana, está ayudando a la gente de Mallorca a aliviarse de las contracturas musculares y el estrés interior. “Llevamos a los clientes a un viaje en el que compartimos las herramientas y las técnicas de concienciación para apoyar el funcionamiento del cuerpo”, dice.
Una de las formas más poderosas en que Chetana y su equipo hacen esto es “estar totalmente presentes” con el cliente, especialmente durante el masaje, donde las manos de sus terapeutas se convierten en una extensión de sus corazones. Su conciencia se centra totalmente en el poder del tacto, lo que permite que surjan momentos mágicos y profundos en Bodhana.
“Es muy gratificante compartir este tiempo con el cliente y estar plenamente presente. A veces hay conversaciones y otras veces estamos en un precioso silencio, pero siempre se siente como un intercambio de dar y recibir. La presencia es uno de los mayores regalos que podemos hacer a los demás, y a nosotros mismos”, insiste, juntando las manos.
“Cuando alguien está totalmente presente contigo, te sientes visto, escuchado, comprendido y amado. Es el núcleo de lo que cada uno de nosotros busca en la vida”, dice, aclarando su propósito. “Es por lo que estoy aquí, estoy aquí para compartir esa experiencia”.
En los tiempos actuales, mucha gente sufre con la ansiedad y el estrés que, según Chetana, suele estar dentro de nosotros de forma inconsciente. Puede hacer residencia en todo el cuerpo y expresarse a través de cuestiones físicas como contracciones, músculos tensos, nervios atrapados y otros síntomas. Esto es lo que su equipo de Bodhana se propone aliviar desde sus centros de Illetes y Puerto Portals (así como desde casas particulares o yates). “Estamos aquí para ayudarte en lo que necesites”, confirma, “nuestra pasión es ayudar al cuerpo y al alma a relajarse, curarse y restaurarse”.
Como todo el mundo, Chetana ha pasado por sus propias transformaciones en la vida. Desde dejar Alemania al final de su adolescencia hasta vivir en Ibiza, viajar por la India y conocer a increíbles maestros, su camino siempre ha implicado un crecimiento personal. “He sido guiada a los lugares y personas adecuadas que me han ayudado a entender el sentido de la vida”, dice.
Sus experiencias vitales se comparten tanto con su equipo como con sus clientes en Bodhana, que se ha convertido en un importante centro de conexión en Mallorca. Muchos de sus fieles clientes se han convertido en amigos, lo que Chetana considera parte de la experiencia Bodhana. “Todos somos los maestros de los demás. Somos alumnos y maestros al mismo tiempo, y cada vez que nuestra puerta en Bodhana se abre y entra alguien nuevo, me llena de curiosidad por ver qué enseñanzas hay”, dice, fomentando la presencia con cada persona que encuentra en su camino.
Text by Rosie Foot | Photos by Sara Savage
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