Los abogados que debes contratar si eres nuevo en Mallorca

Ajuzgar por las vistas de su oficina, Despacho Lamas está en lo más alto. Las vistas panorámicas desde el décimo piso del edificio del Santander, en la calle Sindicato, muestran la capital histórica en todo su esplendor. Tampoco es un traslado reciente, sino que es su base desde hace dos décadas. Jaime Lamas creó su bufete en 1989, no muy lejos de aqui. “El derecho me viene de familia”, nos dice. Con sus hijas sentadas en la mesa a su lado, eso es evidente. Sin embargo, se refiere a cuando el bufete de su padre estaba unido a la casa familiar. “Me contaba en qué trabajaba y qué clientes tenía”, recuerda. Está claro que eso encendió su curiosidad y, de hecho, lo sigue haciendo hoy.

Dicen que mezclar empresa y familia no siempre es fácil, pero Jaime Lamas no tuvo reparos en animar a sus hijas, Malu y África, ambas economistas muy preparadas, a unirse a la empresa. “Tener a mis hijos en mi vida me hace feliz y qué mejor manera que a través de una carrera profesional”. África dirige el departamento fiscal mientras que Malu, que domina el inglés, está especializada en ayudar a sus clientes británicos. Sin duda, el Brexit ha cambiado la conversación que mantiene últimamente con sus clientes.

No todo el mundo conoce la Golden Visa. “Es un visado que no obliga a pasar un tiempo determinado en España”, explica Malu. “Lo que exige es una inversión mínima de 500.000 euros en una propiedad”. Para los que llevan tiempo pensando en comprar un lugar al sol, esto puede sonar como un fantástico incentivo. “Es una de nuestras áreas de especialización”, dice Jaime, citando las muchas ventajas de comprar una propiedad que, no sólo se puede disfrutar, sino que casi seguro aumentará de valor en los próximos años.

Nuestra conversación gira en torno a su amor por su hogar natal, Mallorca. Coinciden en que cuando has vivido en diferentes lugares del mundo, aprecias aún más su belleza natural, seguridad, gastronomía y cultura. Nos preguntamos cómo influye positivamente su trabajo con los inversores extranjeros en la isla. “Muchos de los antiguos palacios mallorquines del casco antiguo se han salvado gracias a la inversión extranjera”, dice Jaime Lamas. Las fincas tradicionales también han sido rescatadas de la ruina y expertos formados en arquitectura mallorquina se han encargado de supervisar su reforma.

Su filosofía no ha cambiado desde el primer día. Mantener a sus clientes contentos ha sido siempre la prioridad. Jaime Lamas no tiene reparos en compartir sus puntos fuertes y sus éxitos. “Si después de todos estos años nuestros clientes siguen trayendo otros nuevos, es que algo debemos estar haciendo bien”, concluye, con una sonrisa.