Cuando estaba casada con Donald Trump, le hicieron vicepresidenta de diseño interior para la organización Trump, responsable de todo el diseño interior de las propiedades de Trump. Asumió la posición de Jefa Ejecutiva y Presidenta del Castle Hotel y Casino de Trump además del Hotel Plaza en Nueva York, que bajo su dirección fue nombrado “El mejor hotel de lujo en los Estados Unidos”
Continuó desarrollando su propio imperio después de que su matrimonio terminara en divorcio en 1992. En 1997, su marca de moda se valoraba en $50m al año. Entre sus muchos ilustres proyectos, como su exitosa empresa de perfumes y productos cosméticos, y su marca de alta costura y joyería, acaba de presentar una nueva colección de “vinos legendarios”, y mientras tanto sigue encontrando el tiempo para asistir a eventos en apoyo a muchas asociaciones benéficas.
Tiene casas en Nueva York, Londres, Palm Beach, Miami y St.Tropez, y cada una de sus resplandecientes residencias refleja su excepcional y elegante sentido del diseño. Un perfecto ejemplo de profesionalismo, maternidad y ambición, creé firmemente que con el trabajo duro y la fe se puede conseguir todo lo que uno se propone y se esfuerza en fomentar el liderazgo y la motivación a través de su trabajo e imagen, sirviendo como modelo a seguir para mujeres de todo el mundo.
¿Qué te atrajo al Côte d’Azur?
Siempre he amado al sur de Francia desde la primera vez que lo visité. He venido aquí durante muchos años. Donald y yo venimos de recién casados y al pasar los años llegue a amarlo más y pasaba más y más tiempo aquí cada verano. Es un sitio mágico….me encantan los colores, el clima y la libertad que se respira aquí.
¿Qué le da a Saint-Tropez ese toque mágico?
La luz, los sonidos, la comida, el delicioso vino rosado, las playas, la gente…. ¡todo! Toda la zona del puerto es un lugar en el que divertirse, relajarse, comer, beber y reír. Hay muchas playas fantásticas. Me encanta el agua…si estoy al lado del agua entro y salgo todo el tiempo. Me gusta hacer vela, practicar paravelismo, montar en moto acuática y nadar todo el día… ¡es el paraíso!
¿Con qué frecuencia la visitas?
Actualmente paso alrededor de cuatro meses al año aquí. Generalmente son fines de semanas largos que consigo organizar en mi ajetreada agenda.
¿Podría describir su vivienda?
Compré una pequeña casa de pescador de más de 100 años de antigüedad en el corazón del pueblo en el año 2004. Desde entonces he añadido apartamentos nuevos, así que estoy ampliando el espacio ¡y me divierto muchísimo!
¿Fue difícil comprar una vivienda aquí?
No, comprar fue fácil. Lo importante es contratar a un buen abogado inmobiliario que sepa como abrirse camino entre todas las leyes y códigos.
Como ex-vice presidenta de diseño interior para la organización Trump, ¿cómo decidiste decorar y amueblar tu residencia francesa?
Es de color terracota con persianas turquesas. El salón tiene lámparas y muebles de hierro forjado y una gran chimenea. Escogí colores fuertes y mediterráneos para la ‘habitación marroquí’, mucha calidez y vitalidad. Es informal pero elegante, dispone de todo lo último en artilugios de alta tecnología y una zona de asientos con vigas bajas y cojines de colores. Quería que fuese un sitio para relajarse de verdad, tumbarse y disfrutar con amigos…algo informal y acogedor… y lo he conseguido.
Te gusta participar directamente en tus casas y tus proyectos inmobiliarios y tu afición por las antigüedades y el cristal italiano Morano es evidente…
Sí, disfruto de explorar en tiendas de antigüedades y exposiciones y lo elijo todo yo misma.
¿Ya te sientes totalmente integrada aquí?
Si, es genial. Tengo la ‘llave especial’ que me permite ir a sitios a los que los turistas tienen prohibido ir. Los ‘nativos’ me saludan como a una amiga. Es encantador y me siento como en casa.
¿Qué tal tu francés?
Hablo seis idiomas, algunos con total fluidez, otros lo suficiente para entender y que me entiendan. Cuanto más tiempo paso en Francia, mejor hablo. No lo hablo con total fluidez, pero lo manejo y consigo lo que me hace falta.
¿Algún inconveniente de este lugar tan de moda?
Sólo que hay demasiado sol, demasiadas fiestas, demasiada buena comida y vino, demasiados buenos amigos visitándome de todas partes del mundo….es maravilloso…. ¡no hay inconvenientes! Es mi hogar de verano. Estoy enamorada y tengo previsto estar aquí mucho, mucho tiempo.
¿Con qué otros famosos te relacionas en Saint-Tropez?
Con todos- Elton John, Joan Collins, Mike Tyson, Diddy, Beyoncé…
Celebras una gran fiesta cada verano….
Sí, normalmente la celebro en un gran parque, viene todo el mundo y traen a sus amigos. También lo he celebrado en L’Escale en el puerto, donde sólo podían entrar 110 amigos. ¡Me encantó! Así conocía personalmente a todos y podía hablar, bailar, cantar y pasármelo bien con todos ellos… fue una fiesta fabulosa. También me encanta el Baile de La Cruz Roja en Monte Carlo. Está lleno de tradición y ceremonia.
¿Alguna anécdota graciosa de algo que te haya pasado en la Costa Azul?
Hay tantas, pero una de las más alarmantes fue hace unos años cuando llevaba en coche a mi madre y unos jóvenes se acercaron queriendo que me parara. Me parecían muy sospechosos, así que en vez de pararme, aceleré y me marché (¡iba en un Ferrari!). Más tarde salió en las noticias que había un grupo de jóvenes ladrones que iban parando a personas inocentes. ¡Qué miedo….!
Fuiste campeona de esquí en la Republica Checa. ¿Practicas esquí en Francia?
¡Claro! Me encanta Chamonix, Crans-Montana…..toda esa zona. También me encantan Aspen y Saint-Moritz. Esquiar sigue siendo mi pasión, mis hijos también son buenos esquiadores.
Por último, descríbenos en día perfecto en Saint-Tropez…
Me levanto pronto, salgo a pasear, compro fruta fresca, pan y leche y me tomo un maravilloso cappuccino o espresso. Vuelvo a casa para ver si me han llegado faxes durante la noche desde mi oficina en Nueva York, hago algunas llamadas y me pongo al día con mis amigos europeos. Luego me voy a la playa para comer y nadar, seguido de un café con amigos. Vuelvo a casa otra vez a cambiarme y sobre las 21:00 salgo a cenar o a una fiesta…..otro día maravilloso. ¡Bon voyage a Saint-Tropez! ¡Nos vemos ahí!