Randemar, magia mediterránea

Gastronomía, estilo y comodidad en el Port de Sóller

Es interesante la historia que hay tras el restaurante Randemar. Se inicia con un joven Toni Oliver, natural del pintoresco municipio de Sóller. A temprana edad empezó a trabajar en el hotel que sus padres tenían en la playa. También ayudaba cada verano en el restaurante familiar, La Lonja, haciendo un poco de todo, desde barrer a servir al Rey Juan Carlos, que era un habitual del lugar.

Motivado por esa experiencia, Toni decidió montar su propio negocio y con tan solo 19 años creó el restaurante Randemar en una casa familiar situada en el puerto. Damos un salto de 16 años en el tiempo y Toni conoce a Cristina, una estadounidense de Miami que venía del mundo del diseño y la moda. Se casaron y su nueva vida pronto animaría la cosa: el talento de Cristina para el interiorismo hizo que las salas y terrazas de este bonito edificio de arquitectura tradicional mallorquina se llenaran de nueva energía. El estiloso ambiente hoy se completa con una colección de objetos adquiridos en la última década durante sus viajes y experiencias vitales.

Ubicado en la primera línea del pintoresco puerto de Sóller, el restaurante no podría estar en mejor lugar. El antiguo tranvía eléctrico de la localidad que pasa regularmente por el paseo confiere un innegable encanto a la luminosa terraza del Randemar, un sitio también impresionante para contemplar la puesta de sol. Los visitantes además están invitados a relajarse y tomar una copa o tapa en el RDM Chill-Out Lounge.

En la apetecible carta, basada en cocina mediterránea de temporada, hay pasta casera, pizzas hechas en horno de leña, cordero cocinado a baja temperatura y pescado fresco, junto con algunos sabores asiáticos y latinoamericanos intensos. La carta de cócteles ofrece opciones innovadoras y los clásicos de siempre; la selecta elección de vinos incluye producción local y añejos españoles.

Randemar sigue siendo el hogar de Toni y Cristina, y ellos aspiran a que sus clientes también se sientan aquí como en casa. “Queremos que se queden con esa sensación”, explican mientras expresan su deseo de compartir con ellos su “pedacito de magia mediterránea”.  

Contacto

Randemar

Es Través 16, Port de Sóller