Lo primero que llama la atención al entrar en este apartamento recientemente renovado, hogar de la diseñadora de interiores Yolanda Cubo, es su inmensa luminosidad. La entrada no es un pasillo tradicional, sino un espacio que se abre y conecta con las otras estancias de la vivienda siempre con luz natural. Cofundadora y socia del estudio de arquitectura Palomino durante la última década, Yolanda ha acuñado el término “eclecticismo equilibrado” para describir su estilo, con interiores que combinan piezas de moda de mediados de siglo, como la lámpara original Verner Panton de los años 60, con un divertido papel de pared y alfombras de piel.
Una parte clave de la renovación ha sido la restauración de los elementos originales de esta propiedad de los noventa, como los baños de mármol y los suelos de roble que le dan cierto aire parisino. El comedor es un espacio versátil; todo está diseñado para que los muebles se puedan reorganizar fácilmente según la ocasión. En el dormitorio principal, una cabecera original utiliza molduras cúbicas que producen un llamativo efecto 3D.
Con el fin de emfatizar la luminiscencia de la vivienda, las paredes han sido revestidas con micro cemento blanco perla. En el exterior, una acogedora terraza invita a los invitados a relajarse en las butacas de mimbre para disfrutar de las espléndidas vistas al bullicioso Paseo Marítimo de Palma, al amplio puerto deportivo y al resplandeciente mar más allá.
Yolanda ha dejado en este apartamento de 100 metros cuadrados, algunas de sus señas más representativas, creando algo atemporal pero a la vez moderno, vibrante pero acogedor y, de hecho, con una belleza eclécticamente equilibrada.
Fotos: Tony Martos (proyecto) y Xisco Kamal (retrato)
