A principios de 2025, Colette Barr se trasladó a Mallorca desde Dubai con su hijo adolescente y su marido. Después de 14 años viviendo en Oriente Medio, el hijo mayor de la pareja se marchaba a la universidad en EE.UU. y hacía tiempo que había llegado el momento de embarcarse en una nueva etapa.
La intención original de la familia era mudarse hace seis años. Llegaron a comprar una casa en la isla, pero la llegada de la pandemia retrasó sus planes. Tras pensárselo mucho y decidir que la primera casa no era la opción adecuada, los Barr recurrieron a hc/ Mallorca Living Centre para que les ayudaran a encontrar su hogar ideal en Génova.
Colette es defensora del bienestar, sanadora de sonidos y autora, mientras que su marido mantiene actualmente su puesto de trabajo en Dubai, viajando regularmente entre Mallorca y Oriente Medio.
Culture, connection, freedom; just some of what Colette Barr has found living in Mallorca.
“We go down to the panaderia, the bakery, and everyone from the village is there,” she says. “Little things like that are so special because we’ve not had that before ever. So it’s very nice.”
Una vida más ligera
Hace sólo unos meses que se mudó a su nuevo hogar en el suroeste del país, y tuvo que dejar atrás muchas posesiones en el proceso: “Lo más importante para nosotros, que veníamos de Dubai, fue el espacio. Ésta es una casa alta, ordenada y compacta. En Dubai todo es más grande… Vinimos con muy pocos muebles, y en realidad sólo eran cosas de juego y ropa”.
Pero la reducción resultó ser catártica. Vivir con menos significa que la casa de la familia está tranquila y despejada, y a pesar de su preocupación inicial, Colette dice que se siente más ligera: “Eso me rondaba por la cabeza: ¿cómo podemos encajar nuestras vidas en una casa tan pequeña? Pero te las arreglas, y es Europa, todo es más pequeño, las calles son la mitad de grandes… te adaptas”. «Aquí no tengo ni la mitad de las cosas que suelo llevar, y no las necesitas».
Apoyo vital
Ahora que la gran mudanza se ha completado y que su hijo menor está matriculado e instalado en el colegio, Colette puede respirar más hondo. Aunque ella y su marido habían viajado mucho y vivido en el extranjero durante mucho tiempo, el traslado a las Baleares fue todo un reto.
«Trasladarse a un lugar nuevo, aunque emocionante, también resultaba desalentador», admite. «Mudarse de Dubai a Mallorca me pareció más difícil que dejar Escocia por Dubai». Encontrar a la experta en propiedades hc/ Lucy Adamson fue un cambio de juego: «Lucy fue fantástica, un regalo absoluto, un ángel».
Trabajando juntos para construir una visión de lo que la pareja estaba buscando, dieron rápidamente con la propiedad adecuada: una casa adosada de nueva construcción en Génova. «Esta zona es muy tradicional y encantadora», dice Colette. «Las campanas de las iglesias, las callejuelas, las contraventanas de colores en las ventanas, la gente mayor del pueblo; parece sacado de un libro».
