Quirat: chocolate de Mallorca 100% ecológico

Dos jóvenes empresarias crean una marca única de chocolate cremoso de algarroba

Quirat is something completely new but, at the same time, has an ancient culinary past because liqueurs, flour, and even a kind of honey and cocoa have always been produced from carob.

El nombre de esta empresa, creada por dos jóvenes empresarias de Campos, hunde sus raíces en la historia, ya que la semilla seca del algarrobo, gracias a su peso y forma uniformes, se encuentra en el origen de la unidad de medida quilate (quirat, en catalán), y antiguamente se utilizaba para pesar el oro y las piedras preciosas.

“Nos gustó la idea de que nuestro chocolate fuera tan valioso como el oro”, comenta la suiza Stephanie Fernando Krähenmann (39), una administradora de hoteles que vive en Campos. “Quirat representa a Mallorca y a su tierra y refleja la pasión por el arte y el chocolate”, añade Mònica Fuster (49), una artista mallorquina que es la otra mitad de Quirat. Según le han contado, los agricultores mallorquines solían llevar una vaina de algarrobo en sus bolsillos que chupaban cuando tenían mucha hambre. Las rugosas vainas también servían de amuletos. “El pintor Joan Miró imitaba a los lugareños”, comenta Mònica, y nunca viajaba sin llevar una algarroba en su bolsillo.”

A las dos mujeres se les ocurrió la idea de Quirat – Dolç de Garrofa (dulces de algarroba) mientras veían en la televisión un documental sobre la inminente crisis que iba a azotar al sector chocolatero. En él se explicaba que la demanda de chocolate aumentaría en todo el mundo y ello también conllevaría una subida del precio del cacao. “Queríamos elaborar un chocolate en Mallorca partiendo de un producto orgánico que abunda en la isla y que posee asimismo un alto valor nutricional”, explica Stephanie.

Comenzaron experimentando con algarroba en polvo, de sabor dulce y que recuerda al regaliz. El fruto contiene minerales como hierro y calcio, vitaminas A y B así como fibra dietética. Además, no contiene gluten, algo que a juicio de ambas constituye una cualidad muy útil en estos tiempos caracterizados por los superalimentos y por un aumento de la intolerancia al gluten. Se muele la harina y se tuesta para eliminar posibles bacterias y microbios. Solamente entonces se pone a la venta. En la actualidad, adquieren la algarroba en polvo en Es Garrover, en Llucmajor, pero en un futuro a Mònica y Stephanie les gustaría moler su propia harina y colaborar con varias fincas para mantener vivo el paisaje agrícola mallorquín.

Quirat constituye un producto puro y natural que no contiene ningún tipo de conservante o aditivo artificial. Además, en lo que respecta a su elaboración, también se puede considerar un producto de Slow Food. A estas dos mujeres les llevó casi un año encontrar la mezcla perfecta para elaborar este dulce similar al chocolate. “Experimentamos con diversos aceites vegetales, azúcares, leche y cacao y al final descubrimos que menos es más”, comenta Stephanie, quien de niña adoraba la textura cremosa del “Schoggistängeli” suizo. Querían que fuera un producto sabroso y 100% mallorquín. Han añadido un poco de manteca de cacao pero lo han conseguido.

Quirat contiene cinco ingredientes, de los cuales el principal es la algarroba en polvo. Se calientan en una olla, se les da vueltas hasta que adquieran una textura cremosa y después se vierten sobre una bandeja cubierta con papel de horno. Cuando la masa se está enfriando, se distribuyen granos de Flor de Sal, almendras fileteadas, romero, ralladura de naranja y limón, albaricoques deshidratados o higos sobre la superficie, todavía líquida.

Los ingredientes de la “cobertura” también provienen de Mallorca. A continuación, se parten las finas barras (también disponibles sin azúcar) en grandes trozos y se empaquetan de forma individual. Las vainas de algarroba recubiertas de chocolate resultan particularmente atractivas y se parecen mucho a las que cuelgan de los árboles. Para imitar la forma de la vaina, las empresarias crearon moldes especiales de silicona. A día de hoy, este chocolate solamente se puede adquirir en el Bistro Cruz 20, en Campos, al frente del cual se encuentra la familia de Stephanie (unos 80 gramos cuentan seis euros).

Se pueden hacer pedidos de paquetes más grandes de chocolate para celebraciones y eventos (30 unidades en una cesta trenzada de Capdepera cuestan 200 euros). “Hemos solicitado la patente para Quirat y ahora estamos buscando un sitio idóneo para producirlo y venderlo”, comenta Mònica. Puede que colaboren con tiendas de delicatessen en Mallorca y Suiza, pero manteniendo siempre el carácter de producto local hecho a mano así como la esencia artística de Quirat. La mallorquina crea unos envoltorios extraordinariamente bonitos, así como cajas firmadas a mano que incluyen sus propios bocetos (20-25 euros). Se trata de regalos únicos que concentran la esencia de Mallorca combinando arte y delicias gastronómicas.

Fotos por Estefanía Durán

Contacto

Quirat

Bistro Cruz 20 - C/ Cruz 20, Campos