El arte de invertir

Los mejores coleccionistas comparten sus trucos

Quería empaparme de arte y me dirigí al Museo Es Baluard, donde me vi frente a una pila de basura en la que se amontonaban bolsas azules de plástico que sobresalían, juguetes rotos e incluso un asiento de inodoro. Mi compañero me miró como si me preguntara: “¿Forma esto parte de la exposición?”

Resultó que el montaje pertenecía a Albert Pinya, un joven artista mallorquín, representado por la Galeria Pelaires. Para un ojo inexperto, tal vez no parezca nada especial, pero cuando descubres que el gran coleccionista Drew Aaron ha adquirido cuatro de sus piezas, puede que te sientas inclinado a examinarlo más detalladamente.

Si te planteas seriamente invertir en arte, familiarizarte con este mundo resulta esencial. Visita galerías y ferias de arte, y habla con marchantes, coleccionistas así como con los propios artistas. Todos los coleccionistas con los que conversé pronunciaron la misma palabra: pasión.

“Cuando hablo con los clientes intento saber qué les apasiona”, comenta Frederic Pinya, director de la Galería Pelaires. Su posición le obliga asimismo a valorar con honestidad un cuadro en el que se pretende invertir. Si no te fías de tu instinto, consulta con un experto para conocer su opinión.

La oferta y la demanda siempre jugarán un papel esencial en el mercado del arte. Las personas desean aquello que no pueden tener. Cuanta más gente haya interesada en adquirir piezas de ciertos artistas, más subirán los precios.

Pepe Rubio es el fundador de Art Hotel Palma y cuenta con más de 35 años de experiencia en el negocio del arte y de las antigüedades. A su juicio, cuando se compra para invertir, Miró, Barceló y Tàpies son los únicos caballos ganadores en España. “Necesitas tener mucha suerte cuando se trata de nuevos artistas”, afirma. “Puede que solamente a uno de cada diez le vaya realmente bien”.

Invertir en artistas que ya disfrutan de las mieles del éxito es menos arriesgado. Sin embargo,  a muchas personas lo que les reporta satisfacción es descubrir las novedades. En cualquier caso, se recomienda diversificar el portfolio.

Diversificar puede implicar no solo invertir en artes plásticas sino también en artes decorativas. Rubio menciona que los inversores chinos van en busca de la porcelana china, para la que no existe un sólido mercado en España. En consecuencia, las piezas que se pueden encontrar en nuestro país tienen unos precios razonables.

Rubio me comenta asimismo que los precios de los muebles del siglo XVIII han disminuido un 70% durante los últimos ocho años y en la isla se pueden encontrar auténticos chollos. Entre sus posesiones más preciadas se encuentra una cómoda que perteneció al Archiduque Luis Salvador de Austria. Sin embargo, admite que puede que los precios no logren situarse en el nivel de antaño. “Aquí todos quieren arte contemporáneo”, afirma.

Drew Aaron es un experto en ese campo. Su propia colección incluye obras de Warhol y Basquiat. A su juicio, el tamaño importa. Las piezas más grandes por lo general se venden más caras, independientemente de si se trata de un dibujo, una fotografía, una escultura o un óleo.

Incluso más importante que el tamaño es la singularidad de la obra de arte. Artistas como Damian Hirst se han convertido en fábricas que están inundando el mercado con grabados y obras de arte en serie: se pueden encontrar entre 50 y más de 500 copias del mismo trabajo. El hecho de adquirir una obra de arte única implica que su valor aumentará mucho más rápidamente, por su singularidad.

Invertir en arte lleva aparejados una serie de gastos importantes, entre los que cabe citar el seguro, el mantenimiento, la tasación, la subasta y lo que debe abonarse a la galería. Invertir en un Fondo de Arte constituye una de las formas de compartir estos costes y también los riesgos, pero antes de dar el salto debes informarte bien, puesto que no todos los Fondos están bien gestionados.

Una de las diferencias que existen entre invertir en arte o invertir en activos intangibles como acciones es que, si todo va bien, puedes disfrutar de tu inversión mientras aumenta su valor. Por lo tanto, conviene seguir el consejo de los expertos y elegir piezas de arte que te apasionen y que enriquezcan tu entorno. Puede que cuelguen de tu pared durante muchos años antes de que sea el momento oportuno de venderlas.  

Fotos: Sara Savage