«El vino es la luz del sol atrapada en el agua». Esta memorable cita pertenece a Galileo Galilei y, así como la luz del sol brilla en cada rincón de nuestra amada isla del Mediterráneo, Catavinos se encarga por su parte de difundir el placer del vino.
A nuestro equipo «le une nuestra pasión por el vino», dice Vili, Gerente de la empresa, «y una vez que despiertas la sensibilidad hacia el vino, esa sensación te acompaña toda la vida».
Aquellos a quienes ayudan a descubrir este fascinante mundo, adquieren el mismo sentimiento de admiración y reconocimiento. Igual de refrescante que una copa de un espumoso Muscat en una calurosa tarde de verano, es el enfoque completamente libre de pretensiones con el que cuenta esta empresa. Su equipo, formado por 15 personas, entre los que se encuentran distinguidos sumilleres, siente el mismo placer explicando las propiedades de la joya más pequeña que las cualidades de la marca de mayor prestigio. Esto nos demuestra su inexistencia de esnobismo, siendo su único objetivo el de hacer llegar el excelente placer del vino a todas las personas que sienten curiosidad.
En sus infinitos estantes podrás encontrar más de 3.000 vinos distintos, con precios que van desde los 3 hasta los 3.000 euros, sin dejar de lado bebidas espirituosas de máximo prestigio y actualidad. En Catavinos, la relación calidad-precio siempre representa un valor sincero. Su propia línea de vinos mallorquines, A Punt, ofrece todo el deleite que cabe esperar de un equipo que cuenta con expertos sumilleres y un enólogo profesional, entre sus miembros.
En el año 2001, dos socios se dieron cuenta del potencial que tenía establecer algo especial en Mallorca reuniendo los mejores elementos del vino. Durante más de 15 años, Catavinos ha ido despertando verdadero interés por la vinicultura a través de catas, eventos, cursos y colaboraciones con varios restaurantes.
Ser miembro del Club Catavinos siempre ha significado acceder a una atmósfera de confianza y compañerismo. En 2016 Catavinos es el centro neurálgico del vino en la isla. Está de más añadir que el equipo está formado por personas entusiastas y dinámicas, donde es tangible su satisfacción por ir a trabajar cada día con «el néctar de los dioses». Después de todo, ¿qué otra industria puede decir que vende felicidad, civilización, comunicación y puro placer ensamblados en una botella? Mallorca es sinónimo de la buena vida, y junto con el vino, así como con la luz del sol, van de la mano.
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