Llucmajor amor, trabajo y lujo

"Un proyecto exigente que mereció absolutamente la pena."

Cuando la reconocida diseñadora de cocinas Birgit Müller compró una casa en Llucmajor, una cosa era lo más importante: preservar el espíritu noble del edificio mientras lo devolvía a la vida.

“Para mí era fundamental que la comunidad local mallorquina, que ha conocido esta casa durante generaciones, pudiera reconocerla y volver a sentir una conexión con ella”, afirma Müller.

Tras años de meticuloso trabajo, un recorrido por la suntuosa propiedad revela que su misión está cumplida.

“Estoy especialmente orgullosa de que muchos de nuestros vecinos mallorquines hayan expresado lo mucho que valoran que hayamos conservado el estilo original de la casa.”

Una casa que ha perdurado por generaciones

La casa, cargada de historia, había sido durante mucho tiempo una presencia reconocible en el pueblo. El objetivo de Müller no era simplemente renovarla, sino restaurarla con sensibilidad hacia el pasado. Cada viga, pared y acabado fue tratado con respeto por el carácter original.

Inspirada en conservar su encanto histórico mientras integraba funcionalidad moderna, la “Reina de las Cocinas” y su esposo crearon un hogar verdaderamente único. Con 800 m² de espacio habitable, tuvieron la libertad de incorporar elementos especiales, como un bar privado, un gimnasio en casa y una bodega embellecida. Transformaron los patios, reubicaron un antiguo pozo, restauraron estucos ornamentales y rehabilitaron cientos de vigas de madera.

Gran parte de la restauración —así como toda la gestión del proyecto— la llevaron a cabo ellos mismos.

Todos manos a la obra

Ante un diseño de estancias complejo, optaron por derribar paredes para crear espacios abiertos. Como querían conservar las puertas originales, estas tuvieron que ser ajustadas a medida. “Nuestros carpinteros internos hicieron un trabajo excepcional”, señala Müller, y añade que también se preservó parte del suelo antiguo.

La parte más difícil fue ampliar la pequeña cocina: “Movimos una pared hacia el patio y la sustituimos por grandes puertas correderas de cristal —algo que la oficina de urbanismo no estaba dispuesta a aprobar fácilmente. La obra fue paralizada temporalmente, pero con paciencia logramos encontrar una solución.”

A medida que la luz del sol se filtra a través de estas puertas de cristal hasta el corazón de la casa, queda claro que no se trata de una transformación ordinaria. Es una casa que honra el pasado al tiempo que da la bien-venida a la vida que está por venir. Ahora la casa respira de nuevo, llena de luz, calidez y armonía entre lo antiguo y lo nuevo.

Helen Cummins Property Buyers Agency
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