Son Fogueró: Un hotel de bienestar holístico

Todo es diferente en el agroturismo de María de la Salut

Inés Alemany Carbonell
Inés Alemany Carbonell

Era la casa de mi abuela”, nos cuenta Inés, sobre el encantador Son Fogueró. “Vivimos aquí durante siete años sin luz. Nos lavábamos con el agua de lluvia de la cisterna e íbamos con lámparas de aceite”. Su madre, María Antonia Carbonell, una interiorista con gran gusto para los detalles, dirigió la colocación de cada piedra de Santanyí. Inés recuerda con cariño al antiguo artesano, Mestre Pep. “Cada piedra fue colocada con mucho amor”, dice.

Recuerdos dorados

Nos imaginamos una infancia bohemia. Su padre, el pintor Pere Alemany, tenía su propio estudio en lo que es ahora la sala de yoga. Al crecer, Son Fogueró era frecuentado por artistas internacionales que se enamoraban de la isla. Entonces no había hoteles rurales y animaron a María Antonia a ofrecer alojamiento. “Mi madre creó habitaciones en las que le hubiera gustado vivir”, dice Inés, “nada fue diseñado como un hotel”. La finca era tan singular que ganó premios y fue portada de la prestigiosa revista Casa y Campo. “Tuvimos a gente muy famosa que celebró eventos aquí”, recuerda Inés, citando a la escritora Françoise Sagan entre ellos.

Ahora el agroturismo Son Fogueró entra en una nueva fase. Después de 10 años en alquiler y muy abandonada, Inés Alemany Carbonell, médico de profesión, ha vuelto para salvar su patrimonio. Fue una idea que surgió tras una serie de acontecimientos, el más importante de los cuales fue su batalla contra el cáncer, que la llevó a dejar la medicina. “La idea de un hotel corriente no me entusiasmaba”, admite, “lo que quería era crear un hotel de salud holística”. Con un máster en mindfulness y acupuntura, no se trata de una idea arrancada del éter, sino una forma de vida que le atrae desde hace décadas.

Una dosis de buena salud

A Inés le encantaría que la gente de la isla y de fuera viniera a Son Fogueró para disfrutar de un descanso total; para reconectar con ellos mismos, con la naturaleza y para disfrutar de comidas pensadas para la máxima nutrición. Admite que le preocupaba cómo sería recibido el menú sin azúcar, sin lácteos y flexitariano. Pero hasta ahora, ha sido recibido maravillosamente bien. Aunque no quiere obsesionarse con las valoraciones online, las puntuaciones de 9,5 en booking.com deben ser un motivo de orgullo.

Su proyecto no ha hecho más que empezar. Hay un viejo almacén de piedra en la parte trasera del hotel a la espera de una reforma. En el futuro quiere impartir talleres con brillantes maestros espirituales. Reconoce que parece una moda, pero no lo hace por eso. “Quiero hacerlo para que la gente pueda sentir amor. La espiritualidad no puede ser un negocio. No quiero caer en esa trampa”.

Encontrar el equilibrio entre ser empresaria y vivir la vida más auténtica es su nuevo reto. Afortunadamente, siempre puede contar con el apoyo y el buen gusto de su emprendedor marido, fundador de la empresa de diseño Dareels. Su mobiliario austero y contemporáneo, fabricado con materiales 100% reciclados de Indonesia, ha sustituido gran parte del pesado mobiliario mallorquín. Ha inyectado a la histórica finca una energía fresca. “El Covid nos ha dado mucho que reflexionar”, concluye Inés, “para pasar unos días con uno mismo, no hace falta irse a Bali”. Sentados en la paz del frondoso patio de Son Fogueró, estuvimos totalmente de acuerdo.

Text de Emily Benet
Photos de Sara Savage

Contacto

Son Fogueró Hotel

Agroturisme Son Fogueró

Carretera de Sineu a Maria de la Salut, km 3 07519 Maria de la Salut