La iluminación que se elige puede definir absolutamente un espacio, y cuando el espacio en cuestión es una residencia impresionantemente discreta y de alta gama, importa más que nunca. Y nadie lo entiende mejor que los expertos en iluminación de Espaisillum.
Fluidez de espacios
Los arquitectos Alejandro von Waberer y Maria Oliver fueron los artífices del diseño de esta espectacular propiedad, situada en lo alto de las colinas de Génova. La agradable simplicidad de la arquitectura nace de la fluidez de los espacios, donde las líneas limpias y la elegante repetición de las formas crean un entorno suavemente minimalista.
Y a diferencia del minimalismo cuboide, a menudo clínico, común en toda la isla, gran parte de la calidez de la propiedad emana del abundante uso de materiales naturales como la teca y la arenisca. Pero es la iluminación de los elementos lo que realmente marca el tono, utilizando una inteligente combinación de elementos de iluminación empotrados -en el techo, las paredes y el suelo- y luces de fondo enmarcadas.
Bañada por la iluminación
La planta superior es un enorme voladizo que crea la sombra del nivel inferior. La iluminación aquí se resuelve con un marco de luz que realza su volumen desde el suelo, donde las luminarias también están empotradas. En toda la casa, las ventanas también están ocultas dentro de los muros. En la planta baja, se abren a un gran porche que confluye en un único espacio donde se difuminan los límites entre el interior y el exterior.
Las contraventanas de madera dejan pasar la brisa y, al mismo tiempo, filtran la luz del día. Esto crea una casa viva y dinámica que puede cambiar y adaptarse a cada estación y clima. En la fachada, se utilizaron luces ascendentes para que tanto los muros de piedra como la madera recibieran una cálida iluminación y se resaltaran las texturas naturales.
La sutileza es primordial en este caso, y este sistema de iluminación crea un ambiente sin distraer nunca la atención de la elegante forma del edificio, ni de sus impresionantes vistas centrales, en las que la piscina se funde con la amplia y reluciente bahía.
Fotos de Nando Esteva
Escrito por Leon Beckenham
