“Todo se reduce a la reputación”

Peter Worthington sobre la protección de las finanzas.

Peter Worthington

Peter Worthington, socio principal de Blevins Franks, nos espera en su oficina. Nos recibe a la puerta con una sonrisa y un firme apretón de manos. Mientras nos presentamos, escucha atentamente cada palabra y cada detalle. Peter tiene algo que lo hace agradable al instante. Con su afable acento del norte, hace una broma sobre la foto que le están tomando. “¿Puedes quitarme unas cuantas arrugas?”, pregunta mientras nos preparamos para empezar.

El encuentro tiene un cierto aire empresarial, sin expectativas ni tensión. Peter empieza con el crecimiento de la compañía, desde las cuatro oficinas iniciales a las veintiuna que ahora tiene en diferentes lugares de Europa. Le preguntamos por el éxito de Blevins Franks y hace una pequeña pausa. Se echa hacia atrás y extiende el brazo sobre la mesa. Es directo, claro y conciso. “Todo se reduce a una cuestión de la reputación”. Su decidido enfoque resulta estimulante. “Cuidamos de la gente; somos una firma para las familias”. Nos explica con qué tipo de clientes trabajan, que suelen ser jubilados británicos con deseo de gestionar adecuadamente sus bienes. Sonríe y nos explica cómo, durante veintitrés años, se ha asegurado de que cada uno de ellos se haya visto protegido. Hablamos de cumplir con las leyes españolas y señala que tampoco es tan complicado. “Sin duda nos podemos asegurar de que nadie va a llamar a tu puerta a las siete de la mañana. Y si ocurre, será sin motivo”. Asentimos y coincidimos en que es lo que hay que hacer. Se echa hacia adelante. “Hoy en día, es la única alternativa”.

Menciona las generaciones de familias que ha visto evolucionar en la isla y los fondos de los que ha cuidado. “Nunca hacemos nada que sea demasiado arriesgado”. Incluso con el más nuevo de los planes o una innovación financiera, Blevins Franks siempre se muestra coherente con lo que es, fiel al cliente. Explica que se trata de reestructurar los bienes y, sobre todo, planificar. Abre los brazos. “¿Dónde quieres estar dentro de cinco años? ¿Dónde quieres que estén tus hijos? ¿Qué quieres que hereden?”. Muestra preocupación mientras se refiere a sus clientes: “Saben dónde encontrarnos si pasa algo. La confianza está ahí”.

Nos disponemos a marcharnos, nos damos la mano y las gracias los unos a los otros por el tiempo concedido. Es evidente que Peter es el mismo con todo el mundo, amable, con los pies en la tierra y honesto. Cuando nos vamos de Blevins Franks, nos da la impresión de que nosotros también nos hemos sumado a la familia.

Photos by Sara Savage

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