Todo el mundo conoce el concepto de Slow Food. ¿Pero y el de Slow Design? El Slow Design fue inspirado por los movimientos de Slow Food y Slow City, que se iniciaron en el sur de Europa.
Un diseño slow no se refiere al tiempo necesario para trazar y crear algo. De forma similar al sector de la gastronomía, se trata del tiempo que necesitas para todo el proceso, haciendo uso de materiales locales y el menor número de máquinas posible.
El diseñador Alastair Fuad-Luke, profesor de la universidad finesa de Aalto, definió el moderno término de Slow Design en 2002 como un diseño creativo y sostenible respetuoso con el medio ambiente y con los recursos de nuestro planeta. En lugar de una producción en masa para el mercado, los diseñadores Slow trabajan siguiendo los deseos específicos del cliente.
Nicoletta Mantoan (38) y su pareja Alejandro Dumon (33) viven y trabajan en una finca cerca de Sa Ràpita. Nicoletta es una arquitecta italiana, mientras que Alejandro, de raíces francesas/mallorquinas, estudió bellas artes y estatutaria. Bajo el nombre de 2monos, la pareja diseña mobiliario y accesorios domésticos. Sus piezas elaboradas a mano han sido creadas para durar eternamente, en contraposición con el diseño industrial y las producciones en serie. Su último proyecto fue una cocina para una casa urbana de Palma. Construyeron la estructura de hierro ennegrecido y todos los elementos con madera sólida, procedente de una antigua finca.
«Los materiales usados incrementan el valor emocional de una pieza de diseñador», dice Alejandro.
Como diseñadores slow, también se encargan de los detalles, elaborando ellos mismos los picaportes de las puertas y aplicando antiguas técnicas japonesas libres de sustancias químicas para fortalecer la madera y hacerla resistente a los insectos. Dejan que el hierro se oxide en el exterior y seguidamente trabajan el material con aceite y calor. Por ejemplo, las barras de hierro pueden utilizarse para hacer repisas para leña, que también se pueden utilizar como estantes para libros o bancos si los giras 45 grados. «Cuando cambian tus exigencias vitales, el mobiliario tiene que adaptarse», dice Nicoletta. Unos amigos de la pareja de Londres les quisieron convencer para mudarse a la gran ciudad. Pero ambos sabían que «Mallorca tenía una enorme influencia en sus ideas, y que se sentían inspirados por los materiales y texturas de la naturaleza».