Aunque pueda parecer que Fernanda Richmond ha dado un cambio de rumbo por completo a su carrera, al profundizar en su historia encontrarás los sólidos peldaños que la han llevado donde se encuentra a día de hoy. A los 18 años ya sabía que quería estudiar diseño de interiores. Como no era una carrera universitaria en su país de origen, Argentina, y su padre insistió en que obtuviera un título, se decantó por estudiar economía. Durante cuarenta años trabajó en departamentos financieros de empresas hasta que su camino en el sector llegó a su fin. Fue entonces cuando comenzó el siguiente capítulo de la historia de su vida.
A New Chapter
“I believe whatever is supposed to come to you will eventually come,” she says. Now the proud owner of one of Spain’s finest furniture restoration schools, Escuela Trinel, and the founder of the furniture design store and workshop, Pristina Holganza, Fernanda proves that being creative, and also having business acumen, is a powerful combination.
She has flown in from Madrid for our interview but she hopes to spend more time in Mallorca in the future. “I’d been hounding my husband for seven years to buy a place in Marbella,” she admits. Fortunately, she failed to convince him and a visit to the island in 2018 saw her affections swiftly transferred from the Costa del Sol. Finding her dream home in the countryside wasn’t easy. Fernanda visited no less than eighty houses, commending Piers Lloyd-Cox of Sandberg Estates for his professional and dedicated service.
A la búsqueda de su casa
Durante sus visitas, observó que había una gran cantidad de muebles antiguos, y entendió que muchos compradores lo primero que harían al adquirir la casa es deshacerse de ellos. Amante del estilo vintage y rústico, rápidamente imaginó que esos muebles podrían ser transformados por estudiantes de un máster de restauración, como el que dirige en Madrid, o en su taller de Pristina Holganza. De hecho, ya está pensando ofrecer en la isla tanto sus prestigiosos cursos como su marca de restauración. La demanda de productos sostenibles es innegable y Mallorca es el hogar de muchos que aprecian la decoración e interiorismo con alma.
Fernanda aprovechó su viaje para suscribirse como miembro de hc/ Connect & Grow y unirse a una comunidad diversa y emprendedora. “Fue brillante”, dijo, sobre su primera experiencia, “el único inconveniente es que pasa demasiado rápido”. Está ansiosa por colaborar con otras mentes comerciales y artesanos de la isla. “No estoy buscando una casa de vacaciones”, dice, “quiero formar parte de la isla”.
Texto por Emily Benet | Fotos por Sara Savage
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