Muebles perfectamente imperfectos por Unai Echenique

La sostenibilidad está en el centro de la filosofía de su marca

Hay algo cautivador en los muebles de madera hechos a mano, y más aún cuando se presentan sin ningún componente metálico. El carpintero Unai Echenique, propietario de Casabe, disfruta con el ejercicio mental que supone construir piezas con esta milenaria técnica japonesa. Nos reunimos con él en su escondido taller y nos muestra su lugar de trabajo, donde se exponen diferentes estilos de uniones de madera. Parecen rompecabezas por resolver.

“Me encanta que las cosas sean desiguales”, dice. “Si encuentras una línea recta en mi trabajo, es una coincidencia”. Cada pieza que hace es única. De hecho, pídele que haga tres artículos exactamente iguales y puede que su afecto hacia ti empiece a flaquear. Le interesan los proyectos que le suponen un reto y estimulan su creatividad, como suites a medida para hoteles e interiores inimitables para restaurantes. Si estás pensando en regalar a tus hijos una casa en un árbol, habla con él. “Me hace volver a sentir como un niño”, dice, y cita las casas en los árboles como sus estructuras favoritas.

Cuando era niño y crecía en el sur de Venezuela, fue testigo directo del abuso de la selva tropical. Por eso la sostenibilidad está en el centro de la filosofía de su marca. Antes de montar su taller en Mallorca, trabajó en Navarra haciendo estructuras de madera para tejados y casas pasivas. “Tenía mucho trabajo, pero poca vida”, nos cuenta entre risas, prefiriendo el ritmo más pausado de la isla y tener más tiempo para hacer piezas nuevas, que es lo que le gusta.

Hoy utiliza pino joven cultivado de forma sostenible en el norte de España y el sur de Francia, ya que, tras investigar, descubrió que el pino de la isla era de calidad insuficiente. Sus piezas no se hacen pasar por creaciones naturales y ecológicas, sino que realmente están hechas a mano con pasión y mucha paciencia.

Texto por Emily Benet | Fotos por Sara Savage

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