Al elegir un esquema de color que mejor complemente la reconocida luz mallorquina, la diseñadora y estilista detrás de Villa Haven, Aggi Bruch, optó por una paleta particularmente sobria. Los tonos suaves y sutiles crean un ambiente cálido pero minimalista, en el que el lujo y la simplicidad coexisten fácilmente, además de invitar al impresionante entorno natural a ocupar un lugar predominante.
La Villa de Port Andratx con vistas sobre la vecina Cala Llamp sin duda merecen una atención ininterrumpida, con ventanales de suelo a techo y una terraza abierta en la azotea que aprovecha al máximo la posición elevada de la propiedad. Estos acentos ingeniosamente colocados en una variedad de azules hacen eco de las amplias vistas al mar y el cielo, mientras que los toques inconfundibles del estilo escandinavo añaden la elegancia del norte de Europa a esta mezcla mediterránea con buen gusto y sin pretensiones.
Mobiliario a medida, acabados naturales
Diseñado por el destacado arquitecto Alejandro Palomino, este proyecto llave en mano es una vivienda de tres dormitorios con más de 350m2 de espacio habitable, que incluye una cocina y sala de estar de planta abierta, un gimnasio y piscina infinita. Algo que también distingue a esta villa es la singularidad de sus interiores, con todos los muebles empotrados diseñados específicamente por el estudio de Aggi Bruch.
El énfasis en los materiales naturales también aporta una sensación verdaderamente lujosa y auténtica. Éstos toman la forma de grandes losas de piedra importadas de la península, roble pulido y aceitado y azulejos hechos a mano, que se fusionan para crear un entorno que solo se puede apreciar en persona.
“Simplemente trabajamos con materiales ‘reales’. Sin imitaciones. Puedes engañar al ojo pero no a los sentidos. Se nota la diferencia”, explica Aggi Bruch.
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