Puerto de Andratx

Durante siglos, su resguardada bahía proporcionó el escenario perfecto para un puerto pesquero. Aunque hoy esos humildes orígenes quedan lejos, el espíritu marinero todavía está muy presente en el puerto de Andratx. En la actualidad, los yates de lujo y las embarcaciones de recreo superan en número a las barcas de pesca, y el puerto acoge a una cosmopolita mezcolanza de lugareños, residentes de elevado poder adquisitivo y veraneantes. Pero aún hay pescadores en un puerto que sigue manteniendo el contacto con la pesca y la tradición isleña.

Los residentes en el puerto de Andratx saben que la localidad se distingue por sus diversos bares y restaurantes junto al mar, donde los visitantes y los lugareños se codean, disfrutan de la animación y los pintorescos alrededores, con colinas cubiertas de pinos que rodean el puerto.

La actividad náutica y la gastronomía juegan un papel importante en la economía local, pero este enclave ha crecido sobre todo por su próspero mercado inmobiliario y la actividad empresarial vinculada con ese sector. La demanda de propiedades de gran nivel ha hecho que, en los alrededores de los empinados cerros, proliferen las viviendas de varios millones de euros, la mayoría para ser disfrutadas como segunda residencia o casa de vacaciones.

La población ronda los 3.300 habitantes, y los alemanes constituyen el grupo de extranjeros más numeroso, junto con otros europeos y gente de procedencia cada vez más diversa. Las cifras varían mucho entre el verano y los meses más fríos, cuando muchos de los negocios hibernan. Sin embargo, el puerto no deja de ser un destino para ser disfrutado durante todo el año, porque siempre hay propietarios de casas de vacaciones que buscan el sol del invierno.

Además del entorno, por supuesto, la mayor atracción del puerto de Andratx es el Club de Vela, que está en el lado norte de la bahía. Lo frecuentan, sobre todo, los propietarios de las embarcaciones de más lujo de la zona. Este sofisticado y distinguido club náutico se creó a finales de los años sesenta y, desde entonces, ha sido el centro social de la comunidad náutica de la zona. Es el lugar más cosmopolita del puerto y atrae a personas de todo el mundo, gracias a su hotel de primera clase y a la categoría de su oferta gastronómica. El club también se distingue por su compromiso con las iniciativas medioambientales, además de tener siempre presente la protección de Mallorca y su mar en todas sus actividades.

El puerto deportivo tiene capacidad para 475 embarcaciones. Además, el club ofrece varias actividades náuticas, así como clases de vela y natación para sus visitantes más jóvenes. También hay un excelente restaurante, que es un lugar de encuentro popular entre los lugareños para comer los domingos: su paella es un capricho muy especial, sobre todo porque va acompañado de gloriosas vistas a la bahía.

El puerto de Andratx ha perfeccionado el arte de la relajación, con una actividad que se centra en su primera línea de mar, que es animada pero sin excesos. Eso no significa que no haya mucho que hacer también en sus alrededores, tanto en tierra como en el mar. Desde ir de compras hasta hacer senderismo o explorar la costa, es un sitio para hacer ejercicio, sentirse revitalizado y disfrutar de todo lo que el Mediterráneo ofrece.

Con un tamaño relativamente pequeño, el puerto de Andratx ofrece una impresionante variedad de opciones gastronómicas, desde informales tentempiés hasta cocina de categoría mundial. Gracias a la supervivencia de la tradición pesquera, los frutos del mar frescos casi siempre están en la carta. Y la demanda de alta cocina hace que el lugar cuente con algunos de los mejores chefs de la isla.

La mayoría de los restaurantes disponen de vistas al puerto y muchos también tiene preciadas terrazas junto al mar. Disfrutarás de un panorama particularmente bonito desde el Sumailla, que sirve excelentes platos de fusión japonesa y peruana.

En cualquier caso, no solo hay buenos restaurantes junto al mar, ni mucho menos. Trespais se encuentra en los alrededores del puerto, hacia el sur, y sirve una fabulosa combinación de cocinas italiana, alemana y española, además de tener un bonito patio en la parte trasera. Tampoco se puede olvidar La Gourmeda, que tiene un magnífico jardín, un amable servicio y una comida excelente.

Si se busca una experiencia elegante con bellas presentaciones, Urbano definitivamente está entre los mejores, mientras que Oliu va incluso más allá.

MON PORT & SPA

Otra joya de cuatro estrellas en el puerto de Andratx: el Mon Port Hotel & Spa, que está rodeado de jardines y un paisaje montañoso. A solo quince minutos a pie del puerto, el hotel cuenta con la ventaja de estar lo suficientemente cerca de la animación, pero lo suficientemente lejos como para ofrecer privacidad. El hotel alberga el Blue Spa Wellness Center, donde los huéspedes pueden regenerarse por completo, ya sea con un masaje terapéutico o un exhaustivo tratamiento corporal. También hay un gimnasio bien equipado, que dispone de entrenador personal, y una gran piscina con bar al aire libre, dos pistas de pádel y una pista de tenis. El relajante Piano Bar, con su estupenda y sombreada terraza, es todo un imán para los huéspedes, un lugar para relajarse, conversar y disfrutar de un cóctel. Hay 147 habitaciones, dobles, estándar y prémium, así como dieciocho junior y ocho suites, todas con balcones o terrazas. El Mon Port también alberga un popular restaurante, que cuenta con una buena oferta a la carta y un menú de degustación.

El puerto, sin duda, se ha convertido en uno de los destinos más populares de la isla para los compradores de propiedades de alta gama. La gente adinerada acapara las numerosas villas de lujo que salpican las empinadas colinas de la bahía. Las espectaculares vistas al mar son la norma general en estas viviendas de varios millones de euros, la mayoría de las cuales, para sus propietarios, son segundas (o terceras) residencias.

Como el puerto estuvo apenas habitado hasta los años sesenta, hay poca oferta de casas autóctonas o antiguas casitas de pescadores, en el puerto o sus alrededores. Sí hay apartamentos modernos: entre los más alejados del puerto, hay algunos con precios bastante moderados, aunque el coste fácilmente sube a las siete cifras si tienen vistas del puerto.

Sin duda, la mayoría de quienes se instalan en el puerto de Andratx no lo hacen con idea de buscar un empleo. Aun así, la zona cuenta con diversos negocios de dinámica actividad, pensados tanto para los residentes como para los visitantes.

Gran parte de ellos apuntan, como era de esperar, al sector del lujo. Hay, por ejemplo, diversos agentes inmobiliarios que anuncian elegantes viviendas. Una gran variedad de negocios relacionados con las propiedades, como la construcción de alta gama, el diseño de interiores y las tiendas de muebles, también prolifera, gracias al mercado inmobiliario del puerto.

Las empresas de alquiler de barcos satisfacen la demanda estacional, ya sea con yates de alta gama o excursiones de pesca deportiva, junto con corredores y agencias de gestión náutica en general. Los bares, cafeterías y restaurantes suelen estar animados, especialmente durante los meses más cálidos, y son frecuente punto de reunión para los cosmopolitas residentes.

Aunque puede parecer que existe saturación, la combinación de una comunidad internacional y un sector de alta gama en auge todavía proporciona al puerto de Andratx gran potencial para ciertos negocios.