Para muchos directores de escuela, que les digan que son los “más estrictos” es algo que apenas les preocupa. Aunque para Alison Colwell se convirtió en algo más que un comentario cuando los medios de comunicación británicos se hicieron eco de su supuesto régimen estricto, que a su vez mejoró el rendimiento de cientos de alumnos en una escuela de Kent. Ahora, está en Mallorca y al frente del Baleares International College (BIC), inculcando lo mejor de la educación británica a alumnos de 3 a 18 años. Nos ponemos al día con ella para hablar de sus ideas sobre el sistema educativo y de la expectación que despierta su nuevo libro, que revelará una visión de casi 30 años de enseñanza.
Gran capacidad de liderazgo
Cuando Alison Colwell solicitó el puesto de directora del BIC, no estaba segura de conseguirlo. Los requisitos del anuncio incluían el conocimiento del español y la experiencia de trabajar en un colegio internacional, nada de lo cual tenía Alison. Sin embargo, lo que sí poseía era una gran capacidad de liderazgo y un historial probado de transformación de escuelas. Eso fue más que suficiente para conseguir el puesto. “Dirijo y gestiono aquí exactamente igual que lo haría en el Reino Unido”, dice, habiendo contratado a un impresionante cuerpo de profesores y personal de apoyo británico. “Aquí está lo mejor de lo británico, seguimos el plan de estudios nacional pero en un contexto internacional”, explica.
“Siempre les digo a los padres que, aparte del sol y de unas cuantas gallinas corriendo por ahí, hay poca diferencia con un gran colegio del sur de Londres”. Al acoger a estudiantes de todo el mundo,
Alison ha conocido a muchos padres que, recién llegados a Mallorca, tienen preguntas sobre la escolarización aquí. Con frecuentes visitas guiadas en persona y por Zoom, Alison es firme pero justa sobre lo que los niños pueden esperar. “En primer lugar, la escuela es para disfrutar. Los niños deberían querer venir a la escuela y se trata de crear un sistema de apoyo y cuidado para que eso ocurra, sin importar su capacidad”, insiste. “Al mismo tiempo, la enseñanza es una profesión. Es una escuela. Somos profesionales y hay normas y expectativas que cumplir”.
Fomentar la autoestima
Si bien los resultados de los exámenes son sólidos bajo la dirección de Alison, ella sostiene que la escuela también tiene que ver con la formación del carácter, un área de gran importancia para ella. “Los niños están muy influenciados por las redes sociales hoy en día y eso afecta a su autoestima”.
Sus pensamientos se dirigen a las chicas jóvenes en particular que, en un mundo de filtros de Instagram, miden su autoestima en función de su apariencia. “Intentamos darles toda la orientación positiva posible, mostrándoles cómo ser ciudadanas del mundo, ser resistentes y trabajadoras”, nos dice, basándose en sus propias decisiones vitales. “Soy un libro abierto sobre quién soy, en qué creo y qué defiendo, y lo hago a propósito. Es lo que espero que se lleven mis alumnos: ser honestos, abiertos y amables”. Tras haber tenido una amplia cobertura mediática en el Reino Unido, Alison se prepara para otra ronda con motivo de la publicación de su nuevo libro, No Excuses. Está previsto que aparezca de nuevo en la televisión y la radio británicas para hablar abiertamente de sus ideas sobre la educación, un tema que el libro trata en profundidad, basándose en sus experiencias en escuelas de bajo rendimiento en el Reino Unido. Escrito en forma de diario, Alison desvela sus situaciones más complicadas y ofrece un momento para cuestionar el propio sistema. “Es un libro para quienes se interesan por la educación”, dice sonriendo, “que, por supuesto, es todo el mundo. Lo que ocurre en la escuela determina en quiénes nos convertimos para el resto de nuestras vidas”
Fotos de Sara Savage
