El fundador y Presidente de Room Mate Hotels, premiado con la medalla de oro al Mérito Turístico en Innovación, se entrevista con Soledad Bescós durante el I Foro de Innovación y Turismo.
“Siempre hay que reinventarse”, así comienza Kike Sarasola (1963) a contarnos las claves para estar a la vanguardia de la innovación. A este emprendedor le precede su sonrisa. Es la marca de la casa y una condición que él mismo impone a todo su equipo.
“Somos un poquito de aire fresco”, prosigue. Las cifras que nos aporta son de vértigo. En tan sólo 10 años ha construido una empresa que cuenta actualmente con 21 hoteles, operando en toda Europa, Estambul, Nueva York, Miami y México DF, además de 12 nuevas aperturas nacionales e internacionales en los próximos 15 meses.
La facturación en el 2014 alcanzó los 47 millones de euros y pretende alcanzar los 200 millones en 2017. Tiene 600 empleados en todo el mundo y es la 5ª cadena internacional con mayor número mundial de seguidores en redes sociales.
Este pentacampeón de España de Hípica, medalla de bronce en los campeonatos europeos y 3 veces olímpico (Barcelona, Atlanta y Sídney) señala que la idea surgió a partir de sus viajes por todo el mundo.
“El mejor palmares de hípica lo tengo yo. Por eso viajaba tanto, pero nunca encontraba un hotel bueno, bonito y a buen precio en el centro de las ciudades. Charlando con mis socios, decidimos hacerlo y funcionó bien desde el principio”, relata Kike.
Han sido pioneros en detalles como: el desayuno hasta las 12 del mediodía, la existencia de varias almohadas para todos los gustos y preferencias, o el WiFi gratuito en todo el hotel y, ahora, en toda la ciudad con un servicio denominado WiMate. A los huéspedes de todos sus hoteles a nivel mundial, se les ofrece un router inalámbrico al que pueden conectar hasta 5 dispositivos. “Ha sido un éxito brutal. La idea fue mía y la desarrollamos con la compañía ConnectedtoGo”, comenta con entusiasmo.
Su marca diferencial es hacer sentir a los huéspedes como en su propia casa, razón que justifica el porqué todos los hoteles llevan nombres de personas. Kike nos lo revela. “La mejor forma de viajar es visitando a un amigo. Creamos uno ficticio, a veces a través de concursos en Facebook. Su cara, sus cualidades, con un nombre que se pronuncie bien en todos los idiomas. Le doy los datos a un decorador famoso y le pido que me decore la casa de ese amigo. Así, de cada Hotel, surge una experiencia diferente y nueva”.
Admirador absoluto de Richard Branson, declara que “le encanta trabajar y los retos” y afirma con contundencia, que un verdadero emprendedor es alguien que persigue una idea sin miedo a fracasar mil veces hasta conseguirla. Su concepto del lujo es simple: el trato excelente, sin importar que pagues poco. “Me gusta sentarme en el Lobby de mis hoteles y observar cómo todos mis huéspedes salen con una sonrisa”, explica.
Su último proyecto, BeMate, surgido de “escuchar las necesidades de sus clientes”, es una revolución en el sector turístico y un claro competidor de Airbnb. Consiste en una plataforma tecnológica que ofrece apartamentos turísticos con la posibilidad de disfrutar de los servicios adicionales que ofrece un hotel. Son apartamentos de uno a cuatro dormitorios, con precios entre 80 y 400 euros.
Ubicados a un máximo de 15 minutos de los hoteles de la cadena o asociados. Los huéspedes disponen de conserjería 24 horas, recogida y entrega de llaves, y consigna de maletas. Asimismo, BeMate ofrece otros servicios de pago, como desplazamiento al aeropuerto, limpieza diaria o compra de entradas para espectáculos, de los que se encargan diferentes empresas de servicios.
“De momento lo tenemos en 10 capitales: Madrid, Barcelona, Málaga, Salamanca, Granada, Florencia, Ámsterdam, Nueva York, Miami y México DF. Este año pretendemos llegar a las 150 ciudades, pero hace falta que se regularice en algunas de ellas y deje de ser una economía sumergida. Mi idea se adapta a una nueva forma de viajar. Por ejemplo: si viajas con niños, preferirás un apartamento amplio, pero manteniendo la comodidad de los servicios de un hotel”, comenta.
Mallorca – a la que denomina ‘La Florida Europea’- carece de un hotel Room Mate, ya que de momento no ha encontrado el edificio apropiado, y porque además “vivimos 6 meses al año en Ibiza y este verano dimos la vuelta a Mallorca en barco. Es una isla que, con mi familia, asociamos al descanso. Este invierno me escaparé a Son Brull, que me encanta”, nos comenta y alude a dos referentes que admira mucho, como son: la cadena Meliá y Usuhaia, ya que el primero ha reinventado Magalluf y el segundo, la Playa d’en Bossa en Ibiza.