Resulta difícil de creer la transformación que ha vivido el Hotel El Coto, de 4 estrellas superior y situado en Colonia Sant Jordi. Cuando José y Myriam Navarrete adquirieron la propiedad, en 1993, era solo un establecimiento de dos estrellas. Actualmente, y gracias al constante trabajo de renovación efectuado a lo largo de 23 años, está considerado como un hotel refinado y confortable y muy reconocido por su cuidada oferta gastronómica. Los propietarios, junto a su hijo Cristian, siguen llevando a buen puerto las riendas del establecimiento hotelero.
José y Myriam, nacida en Suiza, se conocieron hace 35 años cuando trabajaban en un hotel de Zurich. Cuatro años después y recién casados se mudaron a Mallorca para dirigir un complejo hotelero de la Colonia de Sant Jordi hasta que tomaron la decisión de responsabilizarse de un proyecto propio. Tras años de dura tarea han conseguido crear un clima de cordial hospitalidad que hace que el 75% de sus visitantes sean habituales clientes del hotel. La mayoría son suizos y alemanes, pero los británicos y españoles figuran también entre los cautivados por su atractiva oferta. La atención personalizada ha hecho que El Coto se haya situado con ventaja competitiva en el mercado de los más hoteles familiares mallorquines.
“Siempre decimos que El Coto es un hotel para aquellos a los que no les gustan los hoteles”, dice Myriam. El clima creado es el propio de una estancia entre amigos. Aunque el establecimiento abre la temporada en Semana Santa y cierra a finales de octubre, apenas se produce rotación en el personal. Este hecho satisface a la clientela habitual, ya que se encuentra siempre con los cordiales empleados que les atendieron en anteriores estadías.
La gastronomía es uno de los puntales de la oferta. El reconocido chef y restaurador alemán Gerhard Schwaiger, de gran prestigio en la isla, está al frente de la faceta culinaria. Tanto los huéspedes como los comensales no residentes disfrutan del alto nivel de una cocina creativa y muy bien presentada.
Al centro se le conoce también como el ‘hotel del vino’, gracias a la inquietud de José Navarrete, un experto en el tema. En su bodega organiza y mantiene una selección de cerca de los mejores 500 vinos españoles y mallorquines.
Sorprende también el hecho de que, a pesar de la reputación de su cocina y sus vinos, los precios sean moderados.
La dirección aplica un margen de beneficio menor del habitual, especialmente en lo que respecta a los caldos de mayor calidad, algo que solo se explica por el interés de cuidar al máximo a sus clientes ofreciéndoles la oportunidad de conocer la rica cultura culinaria y vinícola del país .
La familia Navarrete planea añadir un centro de belleza y bienestar en los próximos 2-3 años, así como una sala para reuniones y banquetes y habitaciones adicionales. Será un paso adelante, tras más de dos décadas al frente del hotel, hacia la constante superación de la oferta a sus huéspedes y amigos.