Jaime Salvá diseña de forma contrastada en Santa Ponsa

Salvà crea magníficas propiedades escuchando y comprendiendo a sus clientes.

Jaime Salvá diseña de forma contrastada en Santa Ponsa

En el momento en que el promotor inmobiliario Patrick Hansmeier se enamoró del solar de Santa Ponsa, quiso construir algo diferente. La tentación de construir otra fachada pintada estaba ahí, pero la intuición creativa de Patrick apuntó hacia algo más industrial. Un diseño único basado en el hormigón que fue bien asignado al talentoso arquitecto Jaime Salvá y el arquitecto técnico Iñaki Fernández por sus ángulos limpios y minimalistas y el uso de materiales pesados, una elección inusual en el Mediterráneo. Jaime llevaba tiempo deseando hacer una casa de hormigón visto y el resultado les sorprendió a todos. Antes de que terminaran el proyecto, la casa de lujo de 4 dormitorios ya estaba vendida.

Conseguir el equilibrio adecuado
Lo primero que se hizo fue imaginar el exterior de hormigón visto. La villa se inspira en el estilo característico de Jaime por su estructura horizontal y su inmersión en el paisaje circundante. Sin embargo, el reto de este proyecto era conseguir el equilibrio adecuado. Con demasiado hormigón, la casa podría parecer fría. Con demasiada calidez, podría perder su característica distintiva. La clave era suavizarla lo suficiente como para permitir una vida mediterránea relajada, pero reforzando su base de hormigón. La manera de conseguirlo fue abrir la planta baja para conectar el espacio interior con el exterior y convertirla en una cómoda zona de estar. Se instalaron paneles de madera en los laterales, mientras que en la terraza cubierta se ubicó una zona de comedor y cocina exterior, separada por tres ventanas correderas para cuando el tiempo cambie.

Fuera de la piscina y al sofá
Aunque la estética es sencilla, Jaime y Patrick nunca perdieron de vista el tan apreciado sentimiento mediterráneo. El estilo de vida de ensueño se contemplaba a cada paso, donde los niños podían sumergirse en la piscina de estilo balinés y seguir jugando en el césped. O para los padres, un tranquilo baño nocturno seguido de una cena tardía y un momento de relax en el sofá. La diferencia entre el exterior y el interior es sutil, tal como pretendían sus creadores. Un bello resultado final que, a estas alturas, los nuevos propietarios sin duda están disfrutando.

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Contacto

Jaime Salvà

Calle Cotoner, 43a. Barrio Santa Catalina. 07013 Palma