Jan Brüske tenía un prestigioso restaurante en Föhr, una isla del Mar del Norte de su Alemania natal. Lo vendió para dedicarse a viajar por Asia; sin embargo, su pasión por la restauración le devolvió a ese mundo, aunque en una isla muy diferente y bastante más cálida…
Una pequeña finca en mal estado con vistas al mallorquín puerto de Andratx se convirtió en el encantador lugar que acogió su nueva empresa: hace cuatro años La Gourmeda abrió sus puertas, con una carta y ambiente que enseguida se hicieron merecedores de aplausos.
Con más de veinte años de experiencia en la cocina, Jan en principio se ocupó de ella. Pero hoy es el talento del chef Steffen Schappert el que dirige la cocina. Con experiencia en Nueva York, Tel Aviv y en el premiado restaurante Ottolenghi de Londres, Schappert da mucha importancia al producto autóctono cuidadosamente elegido, al pescado recién capturado, a la carne local más natural, a las hortalizas de cultivo orgánico.
El resultado es una cocina mediterránea moderna con ciertos toques asiáticos, con una ligera mezcla de influencias. Y una excelente selección de sushi preparado de modo muy experto completa la carta.Esa propuesta gastronómica se ha ganado muchos reconocimientos y una clientela fiel, aunque el restaurante también se distingue por su bonito jardín, un espacio en el que se puede disfrutar de una cena a la luz de las velas y música en vivo. Durante los meses más fríos, los comensales disfrutan de un interior acogedor y rústico, con una planta superior que ofrece vistas al puerto.“Si haces lo que te gusta, no trabajarás un solo día de tu vida”. Tal es la filosofía de vida de Steffen. Y está claro que a él le apasiona lo que hace, cosa que notarás con cada plato que te sirvan en La Gourmeda.
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