La empresa, con sede en Palma, ha sabido jugar con maestría con una villa tradicional del suroeste. Los ingredientes mágicos de luz, sencillez y cultivo al bienestar se combinan para elevar a nuevas cotas la decoración, antes desvaída. El resultado final es elegante y minimalista, futurista en algunas partes, pero totalmente relajante y acogedor.
UN COMPLETO CAMBIO DE IMAGEN
Veinte años después de su construcción, esta segunda residencia pedía a gritos un poco de amor. Escenario de innumerables y maravillosas estancias y recuerdos entrañables, sus propietarios sintieron que había llegado el momento de convertir su casa de siempre en algo espectacular. Con esta ambiciosa visión en sus manos, el equipo de Neo Form entabló una relación de confianza con el cliente, cooperando en todo momento. Y a medida que el proceso se desarrollaba sin estrés, el aspecto interior siguió el mismo camino. Colores neutros relajantes, mobiliario sofisticado y cómodo y detalles con encanto crean un espacio en el que uno no puede evitar sentirse como en casa. Los propietarios eligieron cuidadosamente las impecables superficies y los tonos cálidos de las paredes de la villa, que aportan un aire armonioso y despejado al lugar en el que piensan pasar mucho tiempo durante años.
DESTELLOS DE LUZ
Junto a la belleza, la sencillez y la armonía, está la luz. Sabiendo que este elemento fundamental hace o deshace un hogar, el maestro de la iluminación arquitectónica Apure y su equipo diseñaron la iluminación idónea para conseguir un resultado muy especial. “Se instalaron fuentes de luz sumamente pequeñas para conseguir un destello luminoso suave apenas perceptible a simple vista”. Cualquier cosa que se desee evocar, ya sea dramatismo, intriga, ambiente o relajación, o todo lo anterior, puede conseguirse con la iluminación. En el Proyecto Morisca, los interiores están impregnados de un resplandor sutil y favorecedor: todo un placer vivir en ellos. Esto, unido al MicroQuarz liso del proveedor barcelonés Ecoresinas que se utilizó en los suelos, dio a los diseñadores la oportunidad de jugar con las sombras y las formas. En este caso, el lujo alcanza el equilibrio perfecto entre un estilo serio y una vivaz efervescencia.
Texto Anna Mason | Fotos Neo Form
