No es ningún secreto el que la economía mallorquina dependa fuertemente de la inversión del norte de Europa. Más de un tercio de las viviendas es de propiedad extranjera. La dramática situación política global también es un argumento a favor de Mallorca. La mayoría de los compradores de vivienda son «actores principales» con recursos financieros adecuados, y han descubierto Mallorca por sí solos.
Existe riqueza en Mallorca, pero lo que también existe entre el gran aluvión de compradores que ven la propiedad como una forma de asegurar su futuro, es algo menos tangible. Ese algo es la sofisticación. Signature Group refleja perfectamente la necesidad de una elegante marca de construcción de propiedades inmobiliarias y de gestión de proyectos, dirigida a personas de altos ingresos en una atmósfera privada. A la moda pero también atemporal; internacional pero también formando una parte integral de Mallorca.
La imagen de la isla está cambiando, lo que a su vez se refleja positivamente en el mercado inmobiliario, ya que clientes financieramente sólidos están dispuestos a pagar precios elevados. El perfil típico de un cliente de Signature es alguien con fondos para invertir, pero que no se preocupa por mostrar ostentosamente su posición social. Lo que busca es una visión global de las tendencias de diseño y de tecnología, viviendas que no solo sean estilosas, sino que también tengan alma, y un servicio que encaje con el que está acostumbrado.
Signature, con la rica y amplia aportación de un equipo creativo de edades entre 25 y 50 años, aporta una experiencia sin complicaciones en la elaboración de una vivienda de construcción personalizada para clientes sofisticados y entendidos.
«Para entregar excelencia, uno debe tener un entendimiento firme de la sofisticación y de la sutileza», dice Thomas Midzielski, director general de Signature Group, que disfruta del desafío de integrar métodos de construcción de última generación en propiedades diseñadas para resistir la prueba del tiempo.
Bien es cierto que el astuto comprador actual sueco, francés, suizo, británico o alemán ve su segunda residencia en Mallorca como un activo que algún día podrá generarle un atractivo rendimiento. Por el momento, solo busca disfrutarla, y Signature es su mejor pasaporte a la elegancia, buscando, en una industria de alta rotación, relaciones duraderas con sus clientes.
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