“Cuando llegué a las montañas de Mallorca, nunca me había sentido así. Sentí en todo el cuerpo que éste era mi hogar”, recuerda con una sonrisa Zoe Lind van’t Hof, cofundadora de Wunder Workshop. Esta conexión intuitiva con la Serra de Tramuntana refleja el espíritu de Wunder Workshop, una empresa nacida de una mezcla de principios ayurvédicos, herboristería intuitiva y un profundo compromiso con la sostenibilidad. Establecida en Portobello Road, Londres, en 2014, Wunder Workshop se ha convertido en una empresa sinónimo de vida regenerativa y consumo consciente.
Zoe, junto con su socio Tom, se basan en sus experiencias únicas para crear productos que van más allá de las tendencias del bienestar. La inmersión temprana de Zoe en la herboristería fue inspirada por su difunta madre, naturópata. “Crecí a base de plantas, rodeada de productos botánicos y libros de brujería, y aprendí a buscar comida desde muy pequeña”, nos cuenta. Esta educación holística, combinada con su reciente licenciatura en Medicina Herbal, ha sentado las bases del enfoque de Wunder Workshop en la salud preventiva a través de la abundancia de la naturaleza.
El viaje de Tom al mundo de las plantas siguió un camino más científico. Licenciado en farmacología, su experiencia profesional en el campo de la medicina le reveló las limitaciones de la medicina convencional a la hora de abordar la salud a largo plazo. “Ver el papel que desempeñan las plantas en el mundo de la medicina despertó mi curiosidad”, explica. Juntos, los conocimientos combinados del dúo han creado una línea de productos impregnada de sabiduría ayurvédica y respaldada por el rigor científico.
Cuidar la naturaleza, cuidarnos a nosotros mismos
La filosofía de Wunder Workshop se basa en la creencia de que no estamos separados de la naturaleza y, por lo tanto, cuidar de ella es cuidar de nosotros mismos. Esta perspectiva inspira todos los aspectos de su actividad, desde el abastecimiento de ingredientes hasta el desarrollo de productos. La empresa colabora estrechamente con agricultores que practican la agricultura tradicional de “bosque de alimentos”, sistemas sostenibles en los que cultivos como la cúrcuma, el jengibre y el cacao crecen en entornos biodiversos sin pesticidas. “Cuanto más rico es el suelo y sus nutrientes, más ricos son los ingredientes que cosechamos”, subraya Zoe, destacando la conexión entre la salud medioambiental y la calidad del producto.
La trayectoria de sus productos ejemplifica un “enfoque integral” que equilibra la protección del medio ambiente, el impacto social y la salud del consumidor. Por ejemplo, su cúrcuma -un ingrediente fundamental- es cultivada por agricultores de Sri Lanka con métodos regenerativos. “Conocemos a quienes cultivan las plantas, dedicando sus vidas a mantener las técnicas agrícolas tradicionales”, explica Zoe. Una vez recolectados, los ingredientes se secan y se preparan en el lugar de origen, lo que garantiza que el valor económico permanezca en la comunidad. A continuación se envían a Europa para su envasado en materiales ecológicos, completando un ciclo de integridad e intención.
La gama de productos de Wunder Workshop incluye el icónico Golden Mylk, una nutritiva mezcla de cúrcuma con leche, y sus Regenerative Golden Drops, un aceite con infusión de CBD. “Creo que la gente aprecia la procedencia, los beneficios y el sabor de estas recetas”, reflexiona Zoe, señalando la base de clientes leales que ha crecido en la última década.
Ética en cada detalle
El traslado del dúo a Mallorca ha dado nueva vida a la misión de Wunder Workshop. Su cafetería de Palma, inaugurada este año, es una expresión tangible de sus valores. “El espacio es una presentación física de nuestra ética: todo, desde la pintura hasta los materiales, procede de fuentes éticas”, afirma Zoe. Los visitantes pueden explorar toda la gama de productos, experimentar con ingredientes nicho y conectar con marcas afines que comparten un compromiso con la sostenibilidad.
Mientras se preparan para un mercado festivo en diciembre, Zoe y Tom están más dedicados que nunca a su misión de conectar a la gente con el poder curativo de las plantas. “Lo que nos mueve es compartir nuestra historia y la de los agricultores con los que trabajamos”, concluye Zoe. Es una misión basada en el cuidado, la comunidad y una creencia inquebrantable en el poder regenerador de la naturaleza”.
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