El pasado mes de noviembre, aún en sus 20, la pintora mallorquina Elena Gual firmó en exclusiva con la renombrada Gallery RED de Palma. Gual puede quedarse aquí mientras su nombre recorre el mundo.
Esto no siempre fue posible, dice ella. “Mallorca acogía nombres extranjeros, como Graves y Chopin. Para hacernos un nombre, los isleños nos escapamos”. Hoy, Palma hace su propio ruido. Gallery RED tiene una fuerte presencia en las redes sociales y vende en todo el mundo, ayudada por talentos como el de Gual.
Animada por su epicúreo padre, asistió a clases de interpretación cuando era niña. A los 16 años le entró miedo escénico. La pintura la “salvó”. Una beca de arte la llevó a Inglaterra para cursar sus últimos años de escuela, antes de ingresar en la Academia de Arte de Florencia. “Había pensado en la arquitectura, hasta que visité el Museo Van Gogh en un viaje familiar a Ámsterdam”. Fue un momento damasceno. “Dije: ‘¡Mamá, papá, tengo que ser pintora!’”.
Una técnica imaginativa
Tras cuatro años de estudios clásicos, incluido uno en Nueva York, Gual empezó a aceptar encargos. El trabajo era constante cuando, hace cinco años, se volvió alérgica a la trementina utilizada para diluir sus óleos. “Se me inflamaban las manos y me costaba respirar. El médico me dijo que lo dejara. Mi vida parecía haber terminado. La pintura al óleo era lo único que conocía”.
Como la necesidad es la madre de la invención, recurrió a su espátula, una herramienta para mezclar y aplicar la pintura sin diluir. Como si se tratara de mantequilla espesa sobre el pan, Gual extiende los tonos terrosos sobre el lienzo. Sus temas son impresionantemente reales, con una calidad 3D.
“La técnica es contemporánea, pero mi formación entra en la mezcla de los tonos”. Su método rompe con la tradición en otros aspectos. “Prefiero trabajar a partir de fotografías, aunque tuve la ventaja de contar con miles de modelos vivos en la Academia”. Los profesores no estaban contentos. “Les dije que si Da Vinci hubiera podido trabajar a partir de fotos, lo habría hecho”. Por encima de todo, Gual disfruta guiándose por su imaginación. “¿Por qué copiar el pasado? Más bien, jugar con el presente”.
Fuerza femenina
Sus temas son predominantemente, si no exclusivamente, mujeres de todo el mundo. “He viajado mucho y he trabajado en un orfanato indio con 600 personas. Lo que me impresionó fue la fuerza de las mujeres, ellas mismas marginadas, que cuidaban de los niños”.
Hacemos un recorrido por sus primeras obras en la elegante reserva de Gallery RED. Estas mujeres, tan vivas dentro de sus marcos, parecen dispuestas a hablar. ¿Qué dirían? “Estoy aquí para hacer del mundo un lugar mejor”, dice la joven artista.
Un hombre empaqueta sus últimas obras para una exposición en Nueva York. abcMallorca consigue un adelanto. Los rostros están oscurecidos, o fuera de cuadro. El cuerpo femenino sale a la luz. “He pensado mucho en como se ha sexualizado el desnudo de la mujer y la falta de sensibilidad que a veces se ha mostrado, tengo muchas ganas de enseñar una pintura enfocada en esa elegancia e igualdad entre todos nuestros cuerpos.”
En ese momento veo algo en la parte trasera de su teléfono, una pegatina. ¿Una de sus pinturas? Se ríe. “Con el tiempo he aprendido a estar orgullosa de mi trabajo”. Quizás su miedo escénico se esté disipando.
Texto de Ciarán McCollum
Imágenes de Sara Savage