Extrayendo la esencia de Mallorca

Mallorca ofrece la oportunidad de conocer la cultura que rodea a este emblemático líquido oro

Bendecida con algunos de los aceites de oliva más puros del mundo, Mallorca ofrece la oportunidad de experimentar la cultura que rodea a este emblemático oro líquido. Se cree que fueron los fenicios y los griegos quienes trajeron los primeros olivos a Mallorca hace más de dos mil años. Ahora, los más de medio millón de olivos, la mayoría de los cuales tienen más de 500 años, se han convertido en parte integrante del paisaje mallorquín. No es de extrañar que los olivares de la isla sean apreciados no sólo por su pintoresco atractivo, sino también como fuente para la extracción de una de las piedras angulares de la dieta mediterránea: el aceite de oliva.

Cada año, de octubre a noviembre, los campos se llenan de recolectores que recogen los frutos y los transforman en aceite. Aunque este proceso es desconocido para muchos, algunas fincas optan por abrir sus puertas a quienes desean conocer de cerca la cultura del aceite de oliva. En la Finca Es Treurer, dos generaciones de extractores de aceite de oliva llevan este tipo de experiencia a un nuevo nivel, optando por compartir los secretos que se esconden tras la producción de su galardonado aceite Arbequina. Su centro de experiencias agroturísticas y su restaurante acercan a los visitantes al corazón de su negocio sostenible.

Fundador Joan Miralles

Compartir un tesoro

Una cerradura y una llave son el símbolo de la finca, cuyo nombre significa en realidad “guardián del tesoro” en mallorquín, pero su tesoro está ahora al descubierto. La finca, ahora reformada con gusto y convertida en un exclusivo hotel rural de 8 habitaciones, data del siglo XVII y está rodeada de extensos campos de olivos y bosques. Al llegar a la finca, a pocos kilómetros de Algaida, el inconfundible Puig de Randa corona el bucólico paisaje que caracteriza la finca.

Su fundador, Joan Miralles, decidió volver a sus raíces hace 20 años y contribuir al ecosistema natural y sostenible de la comunidad, alineado con el carácter de la isla. Ahora, es su hijo Miquel quien recibe a los huéspedes en este oasis de paz que gira en torno al principal protagonista líquido. “No nos llamamos productores de aceite de oliva; la tierra, el sol y los árboles producen el aceite, nosotros sólo tenemos el trabajo de extraerlo con respeto, dedicación y altos estándares”, dice Miquel.

“Aprender a reconocer el aceite de alta calidad es un arte”

Experiencias con el aceite de oliva

Aunque conocer la teoría que hay detrás del producto es fascinante, participar en una cata de aceite de oliva en su tranquila terraza con vistas a la tierra hace que la experiencia sea mucho más envolvente. Visitar una finca tradicional de aceite de oliva y recorrer los mismos pasos centenarios que generaciones anteriores te acerca a un estilo de vida que no se ha perdido, pero que a veces permanece oculto. Pero no son sólo recuerdos felices los que te llevarás a casa, reconocer el aceite de alta calidad es un arte que, aplicado a nuestra vida diaria, puede cambiar las reglas del juego a la hora de disfrutar del mejor tipo de vida y dieta mediterráneas.

Texto por Fátima Irene Carasol | Fotos de Jonatan Barzola

Contacto

Finca Es Treurer

Ctra. Llucmajor - Algaida, Km. 5,7, Algaida