Mediterranean minimalism at Finca Rosa in Son Servera by LF91

Expertos en gestión de proyectos supervisan la renovación de una granja

Los propietarios de esta encantadora casa de campo, situada en una ladera elevada en el pintoresco extremo oriental de la isla, supieron que su larga búsqueda había terminado cuando encontraron esta propiedad: Finca Rosa. Sin embargo, el edificio principal estaba muy deteriorado y necesitaba una profunda remodelación tanto interior como exterior. Fue la arquitecta berlinesa Britta Horstmann-Krause quien se encargó del trabajo.

“El concepto de diseño para la renovación consistía en conservar la estructura original del edificio y, al mismo tiempo, resaltar la luminosidad de las habitaciones inundadas de luz”, explica. Los anteriores propietarios mallorquines se habían inspirado en la arquitectura de Centroamérica, sobre todo en los edificios interconectados y las terrazas repartidas en varios niveles de la casa. El objetivo era también crear un entorno familiar, con espacios compartidos, una oficina en casa y zonas individuales aisladas.

Minimalismo mediterráneo

Una vez conseguido esto, el diseño interior tomó como tema el minimalismo mediterráneo, supervisado por los especialistas en gestión de proyectos de Pollensa, Lf91. Se aseguraron de que los interiores mantuvieran un toque distintivo de ligereza, haciendo hincapié en los materiales naturales, las pinturas de cal y el tradicional alicatado hidráulico mallorquín. Las alfombras tejidas en África, las antigüedades y las piezas de diseño también añadieron carácter y sensación de hogar. Gran parte de la iluminación se diseñó en torno a la pasión de la familia por el arte: para mostrar de la mejor manera posible su impresionante colección de arte, y al mismo tiempo mantenerla integrada con buen gusto en el resto del esquema de diseño.

A Lf91 también se le encargó el paisajismo de los extensos terrenos de la finca. Grandes cipreses, antiguas higueras y olivos se protegieron durante las obras y se integraron en un nuevo jardín repleto de flora autóctona. También se integró en la topografía natural una piscina de buen tamaño, rodeada de terrazas de madera y pérgolas de sombra que ofrecen amplias vistas de las colinas y la brillante franja de mar. Todo ello constituye un trozo de vida rural mallorquina meticulosamente ejecutado, y merece la pena la larga búsqueda de los propietarios.

Fotos de Mauricio Fuertes
Escrito por Leon Beckenham

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