A los 18 años, Eva Folch se fue de Mallorca para estudiar en Barcelona y luego en el norte de California. Llegó a Nueva York en 2002 para dar inicio a lo que se convertiría en una gran carrera en el mundo de la moda; trabajó para marcas punteras, como MaxMara, Elie Tahari y Loewe, donde fue directora de ventas para Norteamérica. Tras más de diez años de intenso trabajo con muchos viajes, empezó a crecer en ella el deseo de hacer un cambio. Pasó un verano con su familia en Mallorca, prolongó su estancia durante el invierno y en 2016 volvió para quedarse con su compañero, Payam Farshadfa –un creador de talentos múltiples que ha trabajado en moda e interiorismo–, y su hijo de corta edad.
“No podía creerme cuánto había cambiado Mallorca”, cuenta Eva. “Aunque tenía mis dudas sobre la vuelta a la isla, cuando me encontré aquí, me enamoré de ella otra vez, al asistir a fiestas, desfiles y eventos, al reconectar con el patrimonio y la tradición. Ahora estoy muy feliz de haber regresado”.
Esa alegría de vivir se nota en la vibrante selección de accesorios y ropa que Eva ha elegido para su tienda, Folklorious. Vio que Mallorca no tenía cubierta la oferta de accesorios únicos, de diseñadores independientes, escogidos con criterio, o “cool-hunted”, como bien dice su web. El buen ojo de Eva y sus años de experiencia en el mundo de la moda están muy presentes en Folklorious. El negocio arrancó en internet y pronto necesitó un espacio físico, para que los clientes experimentaran la colección en persona y también para trabar relación con la sociedad palmesana. La primera tienda se abrió en la calle Horts en 2017 y la segunda, en diciembre de 2018 en la elegante calle Sant Feliu, un lugar ideal para el turismo y la clientela local.
Con una combinación de marcas internacionales y piezas de diseñadores y artesanos, Folklorious ha ido evolucionando en los últimos tiempos hacia los diseñadores españoles. También ha completado los accesorios con más ropa, con gran aceptación por parte del público. Tanto Eva como Payam están entusiasmados con su contacto con los diseñadores españoles y el hecho de ser la primera tienda de Mallorca que exhibe nuevo talento, por ejemplo el de Vincent Par, Pedrusco o Papiroga.
En la tienda asimismo destacan los bolsos tejidos a mano en Colombia, con intrincados motivos en verde, rojo y turquesa; son como obras de arte que podrían decorar una habitación, además de hacer las funciones de un bolso. También llaman la atención las babuchas de estilo marroquí hechas por un artista francés con materiales vintage.
Visitar la tienda de Sant Feliu en un frío día de febrero fue para mí como experimentar el sol en pleno verano. Anhelé que el invierno hubiera acabado al ver largas faldas de colores vivos, ropa del típico paño africano combinada con estilosas camisetas blancas, atrevidos pendientes geométricos y las sandalias de esparto con plataforma de la marca española Baltarini. Aunque a corto plazo no hay idea de abrir otra tienda, el negocio está creciendo y la energía y espíritu creativo de Eva hacen pensar que pronto veremos algo más.
Photos by Estefanía Durán
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