En el tranquilo y cambiante pueblo de Ses Salines, un terreno triangular representaba un reto único para la creación de una vivienda familiar. Se convirtió en una oportunidad de colaboración entre dos fuerzas creativas distintas pero armoniosas: los arquitectos y diseñadores ginard luethje wolf (GLW) y los ebanistas Winterhager, cuyos propietarios, Tina y Martin Winterhager, encargaron la casa para ellos mismos. Juntos, transformaron el complicado terreno en una residencia tranquila y contemporánea, definida por su calidez, artesanía y soluciones espaciales inteligentes. Un muro de piedra natural de tres metros proporcionaba privacidad y anclaje local, mientras que los volúmenes gemelos creaban una ventilación natural y entrada de luz. “Construimos la escalera y la cocina a partir de un solo tronco de roble. Creo que simboliza lo especial que es el interior”, dice Tina, destacando el cuidado del material y la personalización detrás del diseño.
Diseño con profundidad e intención
Este proyecto representa la esencia de lo que GLW hace mejor. Con sede en Portopetro, en el sureste, GLW está dirigido por sus fundadores Sebastian Ginard, Nina Wolf y Lars Luethje, quienes combinan la disciplina arquitectónica con una sensibilidad hacia el material, el lugar y la emoción. Su trabajo es discretamente radical, evitando gestos ostentosos a favor de diseños que resuenen con las personas que los habitarán. Ya sea trabajando con madera, terracota, piedra o la propia luz, su arquitectura está profundamente contextualizada, moldeada por las texturas de Mallorca y el ritmo de vida de la isla. “No queremos ser los protagonistas de la calle. Queremos formar parte de ella”, dice Sebastian, expresando el enfoque reflexivo del estudio.
En lugar de apresurarse hacia la finalización, el estudio prefiere guiar cada proyecto con cuidado, manteniendo conversaciones con clientes y artesanos hasta que se resuelva el último detalle. Es una filosofía que valora las relaciones sobre la rapidez y las ideas sobre las tendencias. “El cliente adecuado para nosotros es alguien que realmente quiere algo para sí mismo, no solo algo para vender más adelante”, señala Lars.
El resultado es una arquitectura que habita suavemente su entorno pero deja un impacto profundo, una cualidad que sin duda se percibe en el hogar de Tina y Martin Winterhager, donde los límites entre diseño, artesanía y vivienda se disuelven suavemente.
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