Joan Punyet Miró

Joan Punyet Miró

Recorremos el magnífico edificio de hormigón con interiores de alabastro diseñado por el prestigioso arquitecto Rafael Moneo para finalmente encontrarnos con Joan. Él es el único heredero del legado de Miró, tras el fallecimiento de sus dos hermanos mayores. Es un dandi, simpático y elegante, pero con ese halo de revolucionario que lucha por la modernidad y vivir la vida con sentido común y menos esquemas preestablecidos.

La Fundación Pilar i Joan Miró está ubicada junto a Son Abrines, residencia privada de Miró desde 1956, que incluye un primer taller, Son Boter, con paredes inundadas de grafitis originales y el segundo, construido por Josep Lluís Sert, el primer arquitecto español de fama mundial y amigo personal del pintor. Fue inaugurada en 1992 como centro cultural y artístico, con una colección de cerca de 6.000 obras del artista, así como para acoger muestras temporales de artistas emergentes, combinado con un centro de estudios para becarios. Recibe más de 140.000 visitas al año principalmente de colegios, universidades internacionales y particulares. En la actualidad acoge la exposición La Llum de la Nit, integrada por medio centenar de piezas de colecciones privadas -algunas de ellas inéditas-, realizadas entre los años ’60 y ’70, una de las etapas más fecundas y menos estudiadas del artista. Una exposición única que cualquiera de los museos más importantes del Mundo desearía tener.

Comentamos con Joan que cuando un turista llega a Nueva York, siempre tiene en su agenda visitar un museo. Pero el mismo turista llega a Mallorca con la imagen exclusiva de sol y playa.

“No sabemos vendernos como destino turístico cultural y es un sector que cada día está ganando más adeptos e interesa a más gente”, nos comenta, y añade;

“Tenemos la Catedral y otros tantos edificios góticos y modernistas, una riqueza patrimonial, pictórica, narrativa, paisajística y cultural que supera a muchos otros destinos, que venden mejor ese aspecto. Aquí antes venía Agatha Christie, Robert Graves, Frédéric Chopin, Joan Miró, entre muchos otros….y Miró es una joya sin explotar, un imán que puede canalizar intereses mundiales de los que no somos plenamente conscientes. Picasso, gran amigo de mi abuelo, fue el artista del siglo XX y Miró es el artista del siglo XXI por su fantasía, su metáfora poética y por su colorido. Su lenguaje primitivo lo entienden todas las nacionalidades y culturas, el adulto y el niño”.

“Territorio Miró” is the great campaign of Palma´s mayor ““Territorio Miró” es la gran campaña que el alcalde Mateo Isern junto al concejal de cultura, Fernando Gilet está realizando para que la fundación se acerque a los mallorquines. En palabras de Joan “Al extranjero que busca -otra Mallorca-, le encanta”.

La campaña une Sóller con Palma y tiene como objetivo dar una mayor proyección internacional al nombre de Miró, de Palma y de toda nuestra riqueza cultural, clave para combatir la estacionalidad turística y reforzar nuestra imagen como destino cultural de referencia todo el año.

“Cuando queremos vender España, ¿que vendemos?” comenta Joan; “pues el sol que plasmó Miró en el logo de promoción turística de España. Al igual que realizó el logo de Fomento del Turismo de Mallorca, una de las instituciones turísticas más antiguas del mundo”.

La Fundación Miró contribuye a la difusión de la cultura a través de exposiciones que se organizan al máximo nivel internacional. Próximamente la colección viajará a Hamburgo, Dusseldorf, Frankfurt, Zúrich, Estambul, Hong Kong y Brasil, como muestra de la cultura mediterránea y de Mallorca.

“Ahora preparo dos libros para publicar en 2015. El Ojo de Miró, que reúne todos los objetos que recolectaba en la playa, el campo y la montaña, puntos de partida para futuras esculturas o cuadros y otro que se llama Miró y la Música”, relata Joan.

Joan recuerda a su abuelo como una persona, muy tierna y cariñosa con la que pasaba los fines de semana y comía paella los domingos, aunque reservado y silencioso. Todo lo que hacía y decía tenia mucha transcendencia ya que tras la muerte de Picasso en 1973, Miró vivió 10 años más como artista número uno mundial coincidiendo con la muerte de Franco y todos los cambios políticos y culturales. Durante esos años también creó las dos fundaciones de Palma y Barcelona. Miró era un visionario que deseaba una España unida dentro de los estados unidos de Europa y de un mundo globalizado.

“Un día de 1978, cuando yo tenia 10 años me dijo: ¡Oye Joan, hoy te voy a llevar a mi estudio!. Y al ver todos esos cuadros, colores y pinceles, descubrí la importancia de su obra. Una obra universal cuyo honor de tener aquí su fundación debería ser más valorado. Desde Nueva York a Tokio se hubiesen peleado por tenerla”, declara.

Photos by Sara Savage

Contacto

Miró Foundation

Carrer de Saridakis, 29, Palma