Había una vez un lugar creado expresamente para los niños en la isla de Mallorca. En la capital, a tan solo unos pasos del Passeig Mallorca y de la Avenida de Jaume III, se encontraba KidsHome.
Los ingeniosos adultos propietarios del lugar, contaban con una habilidad especial: podían adentrarse en la imaginación de los niños y descubrir qué era exactamente lo que deseaban. Esto hacía que su tienda estuviese llena de objetos interesantes y divertidos, como juguetes emocionantes, camas que se transformaban en madrigueras y divertidos artículos para fiestas.
Los dueños también pensaron en los aburridos adultos, de forma que se aseguraron de ofrecer todo lo que les gusta a las mamás y a los papás: artículos seguros y prácticos, como asientos para el coche o esas fastidiosas puertas que evitan que los niños suban las escaleras.
Y como sabían que a las mamás y a los papás les encantaba que alguien les facilitara las cosas, fueron aún más allá, instalando las sillas para el coche, y reuniendo todo lo que podrían necesitar para sus recién nacidos, bebés y niños pequeños; todo ello bajo un mismo techo.
Los padres venían desde muy lejos para contemplar la tienda con sus propios ojos, porque disfrutaban contemplando las caras rebosantes de felicidad de sus pequeños cuando admiraban su nueva habitación, o viendo a sus bebés acurrucarse felizmente en su suave y agradable mantita.
Un día, cuando estos niños y niñas creciesen y se convirtiesen ellos mismos en padres, se preocuparían también sobre la seguridad de sus propios hijos, y se asegurarían de comprar el asiento ideal para el coche o la silla de paseo. Pero por el momento, disfrutaban de su libertad siendo simplemente niños. Es por ello que les encantaba su propia habitación de KidsHome: un palacio, una nave espacial, una jungla. Un lugar que despertaba su imaginación y les daba espacio para explorar y jugar, durante muchas horas de diversión.
Los padres siempre serán padres y, por lo tanto, siempre buscarán la facilidad, la comodidad y la seguridad; mientras que los niños siempre querrán simplemente pasárselo en grande. Y este lugar de Mallorca, creado especialmente para ellos, fue feliz para siempre.
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