Se puede reconocer a Marga Melià desde lejos. Gracias a sus largas piernas y a los tacones, esta mallorquina de 1,77 metros de estatura destaca sobre la gente que se congrega en la plaza enfrente de la catedral de Palma. Lleva puesto un vestido azul claro con un colorido estampado y por un momento, uno podría pensar que ella es Júlia, la heroína de la película “Bittersweet Days”.
La actriz que interpreta a Júlia es Esther González, que no es tan alta como Marga y lleva el pelo corto, pero tiene los mismos ojos grandes y marrones y una encantadora sonrisa muy parecida. De hecho, en dos ocasiones la puedes ver en la película llevando el mismo vestido que lleva Marga hoy.
“Bittersweet Days” es el primer largometraje de Marga Melià, que rodó en Mallorca y Barcelona y que se proyectó por primera vez en el Atlántida Festival en Palma. La película gira en torno a una chica de 33 años, como ella, que representa a una generación que se ha quedado atrapada en medio de una especie de crisis vital constante desde el colapso financiero que tuvo lugar en 2008.
“Mientras que nuestros padres ya tenían un trabajo estable, una familia y un piso con 30 años, nosotros no queremos comprometernos”, comenta Marga, que se mudó a Barcelona cuando tenía 18 años. Estudió Periodismo, aprendió lenguas en Berlín y Bolonia y después volvió a Barcelona donde acudió a talleres de escritura de guiones. Para sus padres la estabilidad significaba felicidad, pero su propia generación lo cuestiona todo de forma constante: relaciones, profesiones y dónde vivir.
Esto, que parece un gran drama, se cuenta en la película de forma alegre, con actores simpáticos y una atmósfera agradable, puesto que la incertidumbre y la inestabilidad no tienen que ser necesariamente negativas, subraya Marga Melià. Añadió a la película subtítulos en español y en inglés, porque cada uno de los ocho actores habla en su propia lengua materna (inglés, holandés, español y catalán).
Para ella, todas las crisis suponen una oportunidad para un nuevo comienzo: “reflexionas acerca de un momento difícil, te detienes y entonces decides cómo continuar”. La joven, que se mudó de vuelta a Mallorca hace cinco años y creó la productora “Nuu Films” con su novio, es de la opinión de que nunca es demasiado tarde para cambiar el rumbo de nuestra vida.
“Bittersweet Days” muestra, de una forma entretenida y encantadora, que los cambios no siempre funcionan. El personaje principal, Júlia, vive una vida normal en Barcelona. Comparte piso con su novio, trabaja en una oficina y queda con amigos. Cuando su pareja se traslada a Londres por trabajo, un chico holandés llamado Luuk se muda con ella. Es fotógrafo, asiste a un curso de idiomas en Barcelona y vive el momento de forma despreocupada. Tras una visita que realizan ambos a Mallorca, de donde es originaria Júlia, ésta comienza a cuestionarse su existencia cuidadosamente estructurada y comienza a preguntarse qué quiere realmente.
“La crisis de identidad que sufrimos durante nuestro camino a la vida adulta, vuelve a afectarnos al final de la década de los veinte”, comenta Marga, que escribió el guión, dirigió la película y editó la película en su ordenador.
Además, ella no es la única mujer creativa del panorama cinematográfico mallorquín. Cuarenta directores de la isla forman parte de la Associació de Cineastes de les Illes Balears (ACIB), de la que Marga Melià se convirtió en directora en 2015 y que incluye nombres, entre otros, como Agustí Villaronga y Daniel Monzón.
“Debido a la situación financiera todavía resulta difícil rodar en Mallorca”, explica. Cuando no existen incentivos fiscales, el apoyo público o las inversiones privadas brillan por su ausencia en la industria cinematográfica. Esta situación tiene lugar a pesar de que la isla ofrece las condiciones perfectas para que arraigue una próspera industria del cine: muchas horas de luz solar, impresionantes paisajes, buenos técnicos locales y numerosas conexiones aéreas.
Muchos directores extranjeros han descubierto la isla por sí mismos. El último director que rodó una película completa en la isla fue Marc Rothemund, con la comedia “Da muss Mann durch”.
Marga Melià señala que para ella todo podría ser diferente en la próxima película. Quizás contrate a verdaderos actores, pero definitivamente luchará por conseguir algún tipo de financiación. Ya tiene algunas ideas pero nada definitivo hasta ahora. Mientras tanto, se gana la vida con producciones a menor escala como anuncios comerciales y videoclips.
“Antes, para mí era importante tener una casa y una familia”, comenta. Ahora no está segura de si quiere tener hijos. “Es una opción, pero no una prioridad”. Sus pensamientos se centran más en cómo ser feliz en la vida. “Lograré saberlo”, añade Marga. “Ser feliz es un proceso continuo que dura toda tu vida”.
“Bittersweet Days” se presentará en noviembre en el Evolution Mallorca International Film Festival, en Palma. Durante la primavera de 2017, se proyectará la película en salas seleccionadas de toda España.
