En los primeros meses de 2021, Marc Kuenzle, de Casa Lima, apreció un hueco en el mercado. Entre sus hermosos muebles artesanales, había un artículo que seguía llamando la atención de los transeúntes en Palma. Sus grandes mesas hechas a medida. “El estilo de vida mediterráneo está hecho para las grandes reuniones”, dice, “y como estas mesas tienen capacidad para 20 personas, son la base de la conexión”. Nos desvela algunos de sus diseños más recientes, realizados únicamente con roble y teca de la mejor calidad. Las mesas se elevan por encima de nosotros, forrando las paredes de su estudio en varios tonos de miel y arce. “El estudio Big Table da a las mesas el protagonismo que se merecen”, dice y es comprensible, ya que cada mesa se hace por encargo y se construye con maderas sostenibles.
Situado en la calle Paraires 28, The Big Table Studio está a sólo unos minutos a pie de su tienda hermana, Casa Lima. Marc supervisa ambas salas de exposición, que, según él, están hermanadas por el mismo espíritu. Casa Lima siempre ha apostado por los muebles de exterior e interior sostenibles, pero ahora vamos más allá”, dice, presentando su nueva iniciativa “una mesa, un árbol”. Si se compra una mesa de Marc, se plantará un árbol en el norte de Alemania para contribuir a la reforestación y promover la biodiversidad. “La situación de la selva amazónica es bien conocida, pero creo que somos menos conscientes de la amenaza que sufren los árboles europeos”, explica. “Los veranos calurosos y secos han puesto en peligro nuestros bosques y ésta es sólo una forma de ayudar a preservarlos”.
La iniciativa de Marc forma parte de un objetivo a largo plazo de devolver al medio ambiente lo que le quitamos. Los árboles que planta Casa Lima están protegidos durante 99 años de la tala, mientras que la madera utilizada sólo procede de bosques certificados. “Creo que ahora somos definitivamente más sensibles al cambio climático, la gente quiere pruebas de acciones positivas”, dice, apasionadamente. Para los clientes de Casa Lima, esta prueba llega por correo electrónico con las coordenadas exactas de su árbol recién plantado (localizable a través de Google). “Es nuestra forma de dar las gracias a nuestros clientes y también al planeta”.
Hacer lo correcto siempre ha sido una prioridad para Marc, que ha perfeccionado un servicio personal para su clientela. Está la parte de asesoramiento, en la que visita personalmente las casas de sus clientes para recomendar el tamaño de la mesa y el tipo de madera. Luego, desde su taller, la mesa se adapta y se hace a medida, siguiendo el proceso hasta el final con una entrega personal. Muchas de las mesas encargadas superan los 5 metros de longitud, lo que a menudo requiere una grúa para transportarlas con seguridad. “Lo que sea necesario para nuestros clientes lo hacemos. Además, estoy presente desde el principio hasta el final, lo que ayuda a crear esa conexión duradera”, dice, feliz de estar construyendo relaciones en todos los ámbitos: con sus clientes, con la isla y, sobre todo, con el propio planeta.
Fotos de Sara Savage
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