Biel Coll y Pau Queralt son de Alaró y amigos desde la infancia. El origen y la amistad no es lo único que comparten, también comparten un profundo amor por el campo mallorquín. Así pues no es de extrañar que, desde hace un tiempo, también compartan la misma profesión, la apicultura, y el negocio dedicado a la venta de miel y de abejas: Mel Vici.
Trabajaban de jardineros y un día decidieron producir sus propios alimentos. Primero fue un huerto, luego la elaboración de queso y, finalmente, resolvieron hacer miel. Bueno, exactamente, el proyecto surge con la intención de repoblar de abejas los campos de Mallorca para posteriormente producir miel.
Sin embargo no es tan fácil hacerlo como pensarlo. Hay un refrán en la profesión que dice: “Quien se mete a colmenero sin saber de abejas va a perder el tiempo, la paciencia y el dinero”. Y Biel y Pau conocen esto de primera mano: “La profesión de la apicultura prácticamente no existe en Mallorca, desde el principio fue muy difícil. Hemos tenido que aprender solos, a base de errores. Primero nos costó mucho conseguir las abejas y luego aún fue más complicado hacer la miel. Lo reinvertimos todo cada año esperando poder vivir de la apicultura en un futuro”.
Empezaron con unas pocas colmenas y en la actualidad ya están sobre las doscientas. En ellas se forman colonias de miles de ejemplares que dependiendo de su fortaleza, climatología y hábitat pueden alcanzar las 80.000. Estas abejas recolectan néctares y polen todo el año y después de un proceso de secado y transformación lo convierten en miel. Debido a las floraciones que tenemos en Mallorca, durante dos temporadas al año, en primavera y otoño, las abejas consiguen un excedente de miel y es, entonces, el momento de recogerla.
Dependiendo de la alimentación de la abeja, del néctar recogido en tal o cuál flor, se obtiene un tipo u otro de miel. La miel Mel Vici es fruto de las floraciones de los campos de Mallorca, es decir, naranjo, cardo y mielato de encina en primavera, algarrobo y brezo en otoño.
Pau y Biel realizan todo el ciclo de manera artesanal, desde la recogida de la miel de la colmena, a la extracción, el envasado, el etiquetado y parte de la venta. Si la miel se recolecta de manera adecuada no tiene caducidad y se puede consumir todo el año. Además de dedicarse a la producción de miel, han aprendido a reproducir abejas reinas y a formar colonias de abejas para su comercialización.
Mel Vici es miel de Mallorca artesana, y, sin embargo, no tiene distintivo de calidad pues, al contrario de lo que ocurre con la sobrasada, el aceite o el vino, no existe ese distintivo. De momento esta miel se vende en Alaró, en “can Biel” y en su mercado ecológico, y en alguna tienda de Palma.
La buena noticia es que la miel mallorquina es un producto extraordinario y la mala es que probablemente muy poca gente la haya probado, pues son muy pocos los apicultores que pueden garantizar que lo sea. Biel y Pau si pueden garantizan que Mel Vici es una miel única, limitada, y cien por cien mallorquina, por eso su lema es “hay mieles de fuera que dicen ser de aquí y ésta puede que sea de tu jardín”.
Fotos: Sara Savage