Eli, como le llaman sus íntimos , será quien represente a España en la próxima edición de Miss Mundo. Mallorquina de adopción, nacida en Córdoba (Argentina) y ascendencia murciana, vive en la isla desde hace 12 años, mide 1,80 m, no tiene novio, es bailarina formada en la escuela de Carmen Roche y Víctor Ullate de Madrid, estudia Arte dramático y le gustaría poder compaginarlo con el mundo de la moda.
Se define a si misma como perfeccionista, resolutiva, con una gran fuerza de voluntad, trabajadora incansable, empática y positiva a pesar de haber sufrido en propia piel la violencia de género. “Pude salir adelante gracias al apoyo de mi familia. Por este motivo, tengo una estrecha relación con la Fundación Anabella, que ayuda a mujeres maltratadas y redirige la energía negativa de la victimización hacia la positiva de superación y el empoderamiento de la mujer”, declara.
Ha competido con 52 “misses” participantes en un certamen que ha constado de siete pruebas: deporte, talento, multimedia, top model, traje de baño, traje regional, y proyecto social, para así decidir a siete de las finalistas. Eli logró la victoria en la prueba de deporte, ya que precisamente es una de sus máximas pasiones. Quizás por eso, uno de sus sueños seria crear una línea de ropa deportiva.
Ahora, participará en el certamen de Miss Mundo 2017, que existe desde 1951 cuando Eric Morley lo organizó por primera vez en Gran Bretaña. España cuenta con una única ganadora, la catalana Mireia Lalaguna coronada en 2015 y también con un único Mister Mundo, el malagueño Juan García, elegido en 2017.
Curiosamente nunca se planteó este tipo de concursos hasta que la pararon por la calle dos personas de la organización de Baleares para proponérselo. “Fui bastante reacia, hasta que me comentaron que había un propósito social detrás. Me motivó el poder ayudar a la causa de violencia de género”.
Con los ojos ya humedecidos añade; “es algo que tengo muy interiorizado, se lo que es pasar por esa situación y lo difícil que es reconocer que estás ahí dentro y salir. Por eso muchas mujeres no se atreven a denunciarlo. Soy una persona muy comprometida, responsable y sobretodo, muy luchadora, aspectos que creo que me pueden ayudar tanto en el concurso de Miss Mundo como en mi proyecto social que quiero defender no sólo en el certamen, sino más allá una vez acabado el concurso”, expresa.
Su idea inicial de mudarse a Madrid para continuar con sus estudios se ha visto temporalmente suspendida y desde que ganó su primer titulo de Miss Illes Balears, su día a día está compuesto por una intensa preparación que comprende clases de inglés, pasarela, oratoria, clases de maquillaje, peluquería, asesoramiento de imagen y “personal shopper”, reuniones, elección de telas y tejidos y pruebas de vestuario con las diseñadoras y sesiones de entrenamiento para cuidar su físico.
Todo eso le ayudaría muchísimo en el mundo de la moda, ya que ha sido modelo de Angel Schlesser y le encanta la pasarela Mercedes-Benz-Fashion Week de Madrid, pero por el momento tendrá que concentrarse en como afrontar al jurado. “Ante los miembros del jurado, tengo pensado hablarles desde el corazón, mostrándoles la esencia de mi persona y transmitiéndoles que soy una mujer luchadora que cree profundamente y defiende el empoderamiento de la mujer en la sociedad actual, teniendo presente el valor que se le da a la misma en las diferentes culturas que existen en el Mundo. Voy con el máximo orgullo de llevar el nombre de España fuera de nuestras fronteras, con entusiasmo y vinculada a los valores que Miss Mundo defiende. Ganar es mi meta y quiero traer a España la segunda corona mundial” declara con rotundidad.
Por supuesto, un ejemplo de madurez que demuestra que las situaciones que nos ponen a prueba y nos alejan de nuestra zona de confort son las que nos permiten el crecimiento y el autoconocimiento.
Fotos: José Urbano