Todavía existen algunos lugares secretos en los puedes hacerte una idea de cómo Mallorca fue alguna vez. Playas rodeadas de naturaleza en las que la única banda sonora son las olas y las gaviotas. Las playas que encontrarás a continuación no tienen duchas, baños, tiendas, bares y posiblemente tampoco cobertura telefónica. Tendrás que traer todo contigo y, por supuesto, traertelo todo de vuelta. Lleva zapatos cómodos, en lugar de chanclas y muchas de las caminatas no son recomendables para niños pequeños o personas con problemas de movilidad. El sol de Mallorca puede pasar factura y te recomendamos llevar crema solar, sombreros y mucha agua.
Descubrir una bahía escondida por primera vez es una experiencia energizante. Es emocionante salir de los caminos trazados; caminar a través de bosques de pinos o escalar montañas rocosas en lugar buscar un lugar en el que aparcar en el típico resort de playa. Tiempo después de haberlas dejado atrás, el recuerdo de estas playas te reportará un gran placer.
Cala Varques
Mantener esta bahía en secreto es difícil ya que enamora a todos los que la visitan. Está situada a 13km de Manacor, entre Calas de Mallorca y Cala Romántica. Los buceadores y escaladores adoran sus acantilados y cavernas. Un camino a un lado de la playa conduce a la cala rocosa de Caló Blanc donde el agua de color turquesa brilla junto a una asombrosa cueva submarina. Una formación de arco de roca natural es otra atracción en la zona y proporciona un telón de fondo sorprendente para hacer fotos. No hay una zona de estacionamiento oficial y tomará aproximadamente veinticinco minutos caminar desde la carretera principal. El camino pedregoso pasa junto a una señal de propiedad privada. Continúa sin miedo a través del bosque hasta llegar a las dunas.Arenalet Aubarca
Prepárate para una caminata de al menos una hora y media hasta esta playa virgen de arena situada a 12,5 km al norte de Artá en el Parque Natural de la Serra de Llevant. Una opción es aparcar justo detrás de la gasolinera e incorporarse a la ruta costera GR222 desde Cala Estreta. La caminata pasa por la hermosa y remota playa de Cala Matzoc y la antigua torre de vigilancia de Torre d’Aubarca. Cuando llegas a la paradisíaca Playa de Sa Font Celada, significa que estás a solo 500 metros. La árida cumbre del Puig de Sa Porrassar se asoma al norte. En la actualidad enriquece el magnífico paisaje, pero en el siglo XIII bien pudo haber servido de refugio a la resistencia morisca.Cala Beltrán
Acantilados escarpados enmarcan esta estrecha cala al oeste de Cala Pi en el municipio de Llucmajor. Debido a su boca larga y sinuosa, a menudo se le ha comparado con un río más que con una bahía. No es un lugar para tomar el sol sino un lugar para contemplar el agua transparente y escuchar las olas chocando contra las rocas. Los pinos que rodean la zona aumentan la sensación de aislamiento. El acceso se lleva a cabo por un camino más allá de las casetas de pescadores hasta la parte trasera de Cala Pi y luego bajando unos empinados escalones excavados en la roca. Algunos prefieren visitarla en barco o en kayak.Cala Bóquer
Es habitual encontrarte con cabras salvajes en esta espectacular playa de guijarros a 5 km al norte de Port de Pollensa. Sin duda, es una forma segura de escapar de las multitudes. La caminata desde la finca privada de Possessió de Sa Boquer hasta la playa dura unos cuarenta minutos y se recomienda llevar calzado adecuado. Las piedras sueltas se suman al desafío que se compensa con las impresionantes vistas y un refrescante baño. Acantilados de piedra caliza enmarcan la bahía y en el horizonte el islote de Colomer, tan admireado desde El Mirador d’Es Colomers será exclusivamente tuyo.Es Coll Baix
Camina por un bosque de pinos y trepa por las rocas para llegar a esta playa remota situada a 8 km al norte de Port Alcúdia. Para aquellos que anhelan un auténtico paraíso mediterráneo, sus brillantes aguas turquesas son completamente irresistibles. Para llegar a esta bahía, deberás dejar el coche en el aparcamiento de Collet de Coll Baix y seguir las indicaciones. Los visitantes que prefieran llegar en barco deberán tener en cuenta que en ocasiones hay varios barcos anclados. Es importante tener en cuenta que esta playa es de grava en lugar de arena fina, pero para aquellos que valoran la inmersión total en la naturaleza, Es Coll Baix ofrece más que suficiente.Cala Magraner
El este de Mallorca es rico en bahías remotas y Cala Magraner es una de las que está fuera de los caminos habituales. Se encuentra a 15 km de Porto Cristo y Portocolom y al igual que Cala Varques, cuenta con impresionantes acantilados y formaciones rocosas inusuales que entusiasman a escaladores y amantes de la fotografia. Para llegar a sus aguas cristalinas tendrás que hacer una caminata de cuarenta minutos desde la puerta señalizada a 3 km. Además de Cala Magraner, hay otras dos bahías aisladas en la zona llamadas Cala Pilota y Cala Virgili que también se pueden explorar a pie. Las tres bahías vírgenes están compuestas por arena suave y piedrecitas.Es Caragol
La playa más al sur de Mallorca se encuentra entre la Colónia Sant Jordi y El Faro de Ses Salines. Es un largo tramo desierto de fina arena blanca y en un día tranquilo, el agua es de un fascinante color turquesa. Si sales desde el faro de Ses Salines la playa se encuentra a un paseo de 2 km por un sendero llano o por las fascinantes rocas de color anaranjado. Alternativamente, también puedes salir desde Colónia Sant Jordi, con un paseo de 6km que pasa por las playas de Es Dolç, Carbó y Ses Roquetes. El color del agua, las rocas, la vegetación y los islotes te harán tener tu cámara a mano incluso mucho antes de llegar a este remoto paraíso.Cala Bella Dona
No hay carteles que aclaren el nombre oficial de esta pequeña bahía aislada a la que se accede a través de la zona residencial de Sol de Mallorca. Los vecinos y residentes también se refieren a ella como Caló de sa Nostra Dama (bahía de Nuestra Señora) y sa Dona Morta (dama muerta). Nuestro nombre preferido, Bella Donna (bella dama), parece el más apropiado para esta cala de agua cristalina y arena blanca. Está a solo 4 km al sur de Magaluf, pero la zona no podría ser más contrastante. La discreta entrada se encuentra en la esquina de la calle Embat que cruza con la Avenida Joan Miró. Para acceder tendrás que descender más de sesenta empinados escalones antes de alcanzar tu recompensa.Estos tesoros secretos no son de fácil acceso, pero es su remota ubicación lo que los ha protegido de las multitudes. El viaje a través de un paisaje natural es parte de la aventura. Tendrás que estar preparado para zonas poco sombrías y lleva siempre mucha agua. La claridad del mar cambiará según el clima y la temporada y es posible que encuentres algas en la playa. La perfección es parte del carácter salvaje de estos lugares. Su cruda belleza te acercará a la esencia de Mallorca.