Puerto Pollensa

Como muchos de los pueblos de Mallorca, Puerto Pollensa puede presumir de tener una historia humilde como pueblo de pescadores. Su rápida transformación comenzó a principios de siglo, cuando se convirtió en un popular destino de verano para las clases acomodadas de Mallorca, muchos de los cuales construyeron grandes residencias de vacaciones con vistas al puerto. Muchos artistas y escritores se vieron atraídos por la impresionante naturaleza de esta zona del norte de Mallorca, ya fuese para vivir en Puerto Pollensa o al menos, visitarla. Muchas de las famosas novelas de Agatha Christie están inspiradas aquí. Las semillas del turismo internacional pronto echaron raíces, y el complejo familiar se convirtió en uno de los más populares de Mallorca, especialmente amado por los veraneantes británicos.

No cabe duda de por qué esta zona ha sido un continuo florecer. Con su amplísima bahía, en forma de herradura y rodeada por las dramáticas montañas de la Serra de Tramuntana, el paisaje es uno de los más espectaculares de la isla. Su extraordinaria geografía también la convierte en un destino de ensueño para los deportistas, con tanto que hacer en tierra como en el mar. Las estrictas normas de construcción también han hecho que no haya sufrido el deterioro típico de otras zonas turísticas, algo que suma a su agradable ambiente y alto nivel. Una larga playa de arena blanca y aguas tranquilas y claras completan un paquete que ha atraído a una población de expatriados a comprar propiedades en Puerto Pollensa, y aunque sobre todo hay británicos, cada vez más incluye a otros europeos como alemanes y escandinavos.

Mientras que en los meses de invierno gran parte del puerto se mantiene en calma, algunos establecimientos permanecen abiertos para atender a la población local. Uno de ellos es el Swanky Yacht Club, donde se puede disfrutar de una comida o una bebida con vistas al puerto deportivo y una hilera de barcos tradicionales mallorquines conocidos como “llaüt”, que rememora los orígenes del pueblo.

Aunque hay mucho que hacer en Puerto Pollensa, uno de los pasatiempos más populares entre es simplemente pasear a lo largo de su pintoresco paseo marítimo.

El sendero para peatones y ciclistas se extiende alrededor de la bahía, sin embargo, sólo está libre de coches justo al norte del puerto deportivo, donde empieza el camino peatonal Passeig Vora Mar. Este es también el comienzo del famoso Pine Walk del complejo turístico, llamado así por la abundancia de coníferas maduras que se alinean en gran parte de la ruta.

Además de su olor, los árboles también proporcionan la tan necesaria y buscada sombra durante los meses de verano, incluso en la arenosa playa de d’Albercuix, hasta donde también llega el camino. El Paseo de los Pinos es particularmente agradable a media tarde, y a medida que se avanza por la bahía, la escena se vuelve cada vez más atmosférica: el bullicio disminuye, los restaurantes y bloques de apartamentos se reemplazan por villas y el suave sonido de las olas.

El sendero se estrecha y la playa desaparece al transformarse en el Passeig de Colom, que conduce a la terraza del Hotel Illa d’Or, un lugar fabuloso para disfrutar de una velada Gin and Tonic o una cena romántica mientras el sol desaparece en el horizonte.

Como es de esperar de una hermosa ciudad costera mallorquina, todos los eventos y celebraciones tienen que ver con el mediterráneo. Hay una gran variedad de deportes acuáticos, desde la navegación hasta el kit-surfing. Prepara tu equipo para las 10 mejores actividades en Puerto Pollensa y empieza a disfrutar del norte de Mallorca.

Aunque el puerto en sí mismo no es el primer gran destino gastronómico, sí es cierto que ofrece una selección de locales que pueden ser aceptados para la mayoría de gustos y presupuestos. Algunos de ellos abren todo el año, por lo que muchos de ellos tienen clientela habitual. Stay, situado en el puerto deportivo de la ciudad, es uno de los más antiguos de la zona. El restaurante La Llonja también está abierto todo el año y ofrece muy buen marisco. El Club Náutico de lujo del RCNPP, también es particularmente popular entre los extranjeros con un restaurante enfocado en la sofisticada cocina mediterránea. El Gran Café 1919 tampoco cierra durante el invierno, lo que lo convierte en un lugar social durante todo el año y un punto de encuentro entre los locales.

A medida que los meses cálidos atraen a un mayor número de visitantes, se abren más locales y restaurantes, muchos de ellos se ubican en el paseo marítimo. Algunos de estos restaurantes ofrecen comida tradicional mallorquina y otros, como Abbaco, se centra más en las tendencias gastronómicas actuales, como el ceviche peruano y las opciones vegetarianas. También hay una opción completamente vegetariana: el Restaurante Bellaverde.

El puerto es muy conocido como uno de las zonas turísticos más familiares de la isla, y la naturaleza discreta de su vida nocturna lo refleja. Eso no significa que no haya algunos bares estupendos donde los locales puedan absorber el ambiente nocturno.
Nostalgia es un popular bar frecuentado por expatriados británicos. Sirve un menú inglés durante el día y por la noche se convierte en un bar de karaoke, animado incluso en temporada baja. Situado al extremo sur de la playa está La Roca, un animado chiringuito que también es popular entre los expatriados, con música en directo y refrescantes mojitos.

Otro bar muy popular en verano es Lemon Bar, que forma parte del Hotel Hoposa Daina y está situado en una terraza que simula un muelle y que se extiende hasta el mar. Está abierto a todos, desde los que toman el sol hasta los cócteles de por la noche, y sólo cierra cuando se van los últimos huéspedes. La Batucada atrae una mezcla de locales y turistas y tiene un ambiente excepcional.

Si eres fan de Guinness y los deportes, hay dos pubs irlandeses en la misma zona: Mulligan’s y O’Hara’s. Si prefieres bailar hasta altas horas de la noche: Chivas, que ofrece un largo bar y una pequeña discoteca abierta hasta tarde.

El puerto es la zona más conocida, por lo que es allí donde se ubicarán los hoteles más conocidos y lujosos. Pero no es el caso. Los hoteles de la ciudad tienden a ser más modestos, como es el caso del Hotel Capri, que ofrece un alojamiento moderno con vistas al mar. Hacia el tranquilo extremo sur de la playa, el elegante Hoposa Uyal se encuentra en parte en una encantadora mansión mediterránea de los años cincuenta, a pocos metros de la playa.

Aunque no hay ningún hotel de cinco estrellas en esta zona, el más cercano es el Hotel Illa d’Or, de cuatro estrellas, situado en el Pine Walk. Aunque está renovado, sigue teniendo un ambiente clásico de la vieja escuela, además de que su tranquila ubicación frente al mar asegura algunas de las mejores vistas de la bahía y las puestas de sol. Otro lugar destacado es el Hotel Bahía de 3 estrellas, ubicado en una encantadora casa del siglo XIX, con un gran restaurante y una ubicación privilegiada frente a la playa.

Para las familias, que suelen venir sobre tod en verano, la mayoría de los alojamientos en el puerto y sus alrededores son apartamentos de vacaciones o apartahoteles. Estos tienden a estar en las afueras de la ciudad o situados un poco alejados de la bahía. También hay numerosos chalets dispersos por los alrededores, un poco más de la playa del puerto.

El mercado inmobiliario de Puerto Pollensa es un lugar atractivo para invertir para las personas que buscan una segunda residencia. Su ubicación frente al mar y su entorno montañoso lo hacen especialmente atractivo para ciclistas, excursionistas y entusiastas de los yates. El mercado inmobiliario ha experimentado un auge en el sector de los alquileres de lujo, que atiende a ciclistas profesionales que realizan su entrenamiento de pretemporada en la zona. A continuación encontrarás más información sobre la compra de una propiedad en Puerto Pollensa y las cosas que debes tener en cuenta.

Como la mayor parte de la isla, la gran mayoría del trabajo y la actividad comercial en el puerto depende del turismo estacional. Esto significa oportunidades para aquellos que buscan abrir un restaurante, ya que hay nuevos establecimientos abriendo (y cerrando) cada año. La mayoría de las vacantes de trabajo temporal se centran en la hostelería y la restauración, aunque hay relativamente pocos hoteles aquí en comparación con otras zonas turísticas de Mallorca. Sin embargo, hay un conjunto de negocios que atienden al próspero cicloturismo de la zona, así como los que ofrecen actividades de deportes acuáticos.

Con la popularidad creciente de Puerto Pollensa como lugar para vivir, también lo ha hecho el negocio inmobiliario, con al menos una docena de agentes por toda la ciudad. La ajetreada marina realiza trabajos relacionados con la náutica que van desde el mantenimiento de barcos hasta la intermediación y el alquiler de yates.

Aunque es una zona realmente amada por los británicos, se deduce que la mayoría de los que deciden mudarse aquí también provienen de las Islas Británicas, a menudo inspirados por muchos años de vacaciones en el puerto. Y como uno de las zonas turísticas más exclusivas de la isla, también tiende a atraer a los más adinerados ex-patriados, muchos de los cuales poseen grandes fincas en los alrededores. Muchos de ellos son mayores y/o están jubilados, y una gran parte son entusiastas de los barcos con yates o veleros.

Cada vez más familias con niños pequeños han optado por asentarse en el puerto, especialmente desde la apertura de la única escuela internacional en el norte de la isla, MySchool, que sigue un plan de estudios británico.

Una parte de alemanes y escandinavos también han hecho del puerto su hogar, pero por supuesto la mayoría de la comunidad es mallorquina. Aunque la población nativa es ciertamente amistosa con los recién llegados, generalmente y como se ha observado en otras partes de la isla, mantienen su distancia.

Algunas de las familias mallorquinas más ricas de la isla suelen ser propietarias de la mansión más opulenta de la zona: grandes villas con vistas al extremo norte de Pine Walk. Ninguna, sin embargo, puede completarse con la grandiosidad de La Fortaleza, la gran finca privada y antigua fortaleza del siglo XVII famosa por ser una vez la propiedad más cara de España, así como un lugar clave en el éxito televisivo The Night Manager. También es un lugar de eventos populares para los ricos y famosos, donde se celebraron las bodas del futbolista Gareth Bale y de la estrella del tenis mundial Rafa Nadal.

Puerto Pollensa ofrece lo mejor de ambos mundos. Mientras que es justo decir que la mayoría de las zonas turísticas no son el tipo de lugares en los que la mayoría de nosotros necesariamente querría establecerse, Puerto Pollensa tiene el equilibrio perfecto entre ciudad de vacaciones y paraíso para vivir.

Esto se debe en gran parte a la naturaleza de la zona, que por lo general atrae a los visitantes más tranquilos antes que el turismo de fiesta masivo, lo que fomenta un ambiente agradable y familiar, incluso en temporada alta. Los alrededores montañosos y una gran extensión de aguas tranquilas se suman al atractivo, especialmente para aquellos que buscan un estilo de vida activo en la naturaleza. Añade el animado puerto deportivo, con su sofisticado club de yates, el encantador paseo de Pine Walk y un escenario gastronómico cada vez más diverso y… ¡voilà! La mezcla perfecta.