Como arquitecto y diseñador reconocido internacionalmente, Thomas Griem tiene un currículum que impresiona. Aunque nació en Alemania, cursó la mayoría de sus estudios en la Universidad de Westminster de Londres, donde ganó el Premio Hubert Sands Memorial. Thomas decidió hacer de la capital inglesa su hogar y no pasó mucho tiempo hasta que trabajó con algunos de los principales exponentes del mundo del diseño. Colaboró durante varios año con Philippe Starck, a quien todavía cita como el diseñador que más ha influido en su propia visión creativa.
Thomas fue cofundador de una exitosa consultoría de diseño de interiores, antes de establecer más tarde el estudio de arquitectura y diseño de interiores que dirige en la actualidad: TG Studio. Ha trabajado en un gran número de proyectos en todo el mundo, desde Londres a París y Hong Kong. Pero fue trabajar en el “Bloque del escritor”, la residencia mallorquina de Jeffrey Archer, lo que lo llevó hasta aquí. “Fue en realidad mi primera vez en la isla”, recuerda Thomas, “y me enamoré completamente del lugar”.
No pasó mucho tiempo hasta que Thomas y su esposa Lili, también arquitecta, comenzaron a buscar el terreno perfecto para construir su propia casa en Mallorca. Sin embargo, pasaron varios años hasta que encontraron justo lo que estaban buscando en Sol de Mallorca, un tranquilo vecindario residencial en la costa suroeste. Thomas admite que el ritmo de la burocracia le pareció frustrante: “Al principio me parecía una eternidad”, cuenta Thomas, “pero una vez que todo estuvo en su lugar, me sorprendió lo rápido que se construyó”.
Y el resultado, en colaboración con su buen amigo Andreu Crespi de CMV Architects, mereció la pena la espera. Su proyecto apodado graciosamente ‘Sunny Side Up’ (en referencia a la forma en la que se cocinan los huevos fritos) se completó en 2018 y es una clase magistral de diseño. La casa se construyó en forma de L con un exuberante jardín como elemento central, creado por el renombrado paisajista Stephen Woodhams. Una puerta retráctil de 9 metros desde el salón conecta el interior y el exterior, integrando perfectamente los espacios.
La visión de Lili era tener todas las habitaciones en una sola planta, que además se abrieran al jardín: solo una de las cinco habitaciones se encuentra en la parte superior, con unas vistas que se extienden desde la Serra hasta el mar. La cocina también sale a una terraza orientada al sur con una mesa de desayuno en la que “da el sol a primera hora de la mañana y lo convierte en uno de los rincones más acogedores de la casa”, explica Thomas.
Se puede apreciar una predilección por los materiales naturales, como las baldosas en piedra mallorquina de Binissalem y un uso liberal del roble inglés y la madera de iroko. Esto está en consonancia con el sentimiento de Thomas sobre cómo las tendencias están cambiando de la arquitectura de “cubo blanco con líneas afiladas” a espacios de vida más suaves, más cálidos y más tradicionales.
Y desde que finalizó su hogar mallorquín, Thomas se ha centrados en otros proyectos aquí, así como en la idea mudarse a la isla. “Actualmente estoy compartiendo oficina en Palma y viajando entre Mallorca y Londres. Espero establecerme en la isla en los próximos cinco años”, nos dice Thomas. Y con un hogar tan impresionante aquí, quién puede culparlo.
Fotos proporcionadas por TG Studio