¿A cuántas casas se les ha borrado la historia? Baldosas viejas rotas que se han sustituido por suelos laminados, huecos disimulados y estructuras rectificadas. Esto es lo que muchos definiríamos como renovación; un proceso que consiste en sacar lo viejo dando paso a lo nuevo. Sin embargo, la arquitecta Margalida Montoya no ve ningún sentido en esconder el paso del tiempo, al contrario, lo bello es mostrar la historia que esconde cada casa y qué la hace única. “Es como reconocer la genética de la casa”, dice, dándonos la bienvenida a su tranquila casa en Santanyí, Cas Padrí Pons. La casa de fin de semana que comparte con su esposa, la Estrella, sus dos hijas y su caniche, Júpiter.
La casa data del siglo XVI, lo que para Margalida, cuya familia proviene de Santanyí: significa revivir gran parte de la historia de sus antepasados. “Durante años, fue la casa de gente que vivía del campo junto a sus animales”, dice, señalando algunas áreas de la casa que le apasiona preservar. Al principio no es obvio a qué historia se refiere Margalida, hasta que miramos más allá de la pintura blanca. Hay un gran lavabo de cerámica en la esquina, al lado de la chimenea, llamado “cosi”, que alguna vez se usó para lavar la ropa a mano. La curvatura de una vieja chimenea se asoma donde años antes, se alimentaba y se bañaba a los niños. Bajo de nuestros pies encontramos la apertura de un silo, donde se almacenaba el grano en invierno. Incluso los muebles, que han pasado de generación en generación, vuelven a tener el protagonismo de antaño. “La mesa del comedor, por ejemplo, se usaba para la matanza del cerdo”, dice, destacando su papel en este ritual de elaboración de la sobrasada.
Belleza en lo útil
En el proceso de renovación de la casa, Margalida se ha mantenido fiel a su patrimonio y ascendencia rural, usando únicamente materiales naturales como madera, piedra y metal. Otros elementos, como por ejemplo el entarimado de la terraza, antes fueron las viejas vigas de la cubierta, dejando poco espacio para la adquisición de nuevas piezas. “Cuando reconstruímos nuestras casa, tenemos que detenernos y pensar, porque la mayor parte de lo que necesitamos ya existe”, nos comenta. “Debemos aprender de nuestro pasado, cuando todo tenía una utilidad y una manera de construir que lo hacía práctico a la vez que bello.
El poder del sol
Después de dos años de obras y renovaciones, la casa se terminó en marzo, justo antes del confinamiento. Es el hogar que Margalida siempre quiso para su familia, un lugar donde relajarse los fines de semana del ajetreado ritmo del trabajo y
Después de dos años de obras y renovaciones, la casa se terminó en marzo, justo antes del confinamiento. Es el hogar que Margalida siempre quiso para su familia, un lugar donde relajarse los fines de semana del ajetreado ritmo del trabajo y disfrutar de un respiro para jugar con las niñas. Parte de esto, apunta, se debe a que se ha priorizado la luz natural, ofreciendo un gran protagonismo a los rayos solares. “En la orientación de una casa es esencial ver por dónde sale el Sol y por donde se pone en cada época del año. Es la esencia para sentirse bien”. La seguimos hasta la escalera, en la que poco después del mediodía, el sol inunda la casa con un característico tono amarillo. “Incluso en invierno tenemos calor”, agrega, feliz de depender solo de su chimenea de leña como calefacción.
A sólo unos minutos a pie de la iglesia de Santanyí, Cas Padrí Pons está perfectamente situado para que la familia disfrute de cenas tardías en la plaza y pasee en bicicleta por el pueblo. Cuando le preguntamos a Estrella cómo se siente al pasar los fines de semana aquí, sonríe. “Para mí es paz y energía. Margalida ha creado una casa conectada con la tierra y la luz, un lugar donde el pasado y el presente se fusionan”.
Fotos de Sara Savage
¡DESCUBRE MÁS ARQUITECTOS DE PRIMERA LÍNEA EN MALLORCA!
Los arquitectos más destacados de Mallorca
La Dra. Helen Cummins ha seleccionado a los mejores arquitectos de Mallorca para que tengas una referencia a la hora de construir tu propia vivienda en Mallorca.