Este sorprendente hotel de cinco estrellas en primera línea de playa que abre este verano, está siendo anunciado por el grupo hotelero mallorquín “no solo como un lugar donde se alojan los huéspedes, sino más bien un lugar que permanece en sus memorias”. Esta frase está lejos de ser simple lenguaje publicitario: el interior de la primera propiedad en la isla de la serie The Grand Collection de Iberostar, es obra del innovador diseñador holandés de gran éxito, Marcel Wanders.
Wanders ha diseñado una gran cantidad de productos para el hogar, mobiliario y artículos de decoración, así como fascinantes interiores para residencias y hoteles de lujo. Entre otras empresas, Alessi, Baccarat, Habitat, Marks & Spencer, Louis Vuitton y Swarovski han hecho uso de sus servicios para sus productos.
Los hoteles ofrecen a Wanders “un maravilloso desafío para expresarme, ya que busco la creación de un sentimiento de pertenencia a un lugar”. Considera que un hotel debería entretener, inspirar y estimular. “Más que simplemente diseñar un lugar en el que se alojen los huéspedes, creo lugares que permanezcan en su memoria incluso mucho después de marcharse”.
Sus proyectos en hoteles incluyen el Kameha Grand Bonn, Mondrian South Beach y Andaz Amsterdam.
Wanders disfrutó de la oportunidad de diseñar el Grand Hotel Portals Nous de Iberostar: “La mayoría de la inspiración en el diseño de los interiores de hoteles proviene del lugar donde están ubicados. Quiero ser fiel al entorno y a los alrededores, para crear un sentimiento real de pertenencia”.
El uso de materiales transparentes, abundante blanco y superficies reflectantes ha creado un flujo continuo entre los diferentes espacios del hotel. También quería que los huéspedes experimentasen la verdadera sensación del estilo de vida de una zona de playa, dice Wanders. “El objetivo era el de evitar un solo momento de ansiedad o reserva, y permitir la liberación dentro de una experiencia magníficamente cuidada”. Wanders trabaja con materiales que se adaptan al espacio. “Coloco diseños conceptuales en torno a las personas, no solo en las paredes“, nos dice.
“Quiero que los huéspedes se sumerjan en un estado continuo de sorpresa debido a las experiencias sensoriales de múltiples dimensiones a lo largo de todo el hotel”. Cada pieza de su diseño general nos cuenta una historia.
Para “reforzar el estilo mallorquín”, se ha puesto especial énfasis en los productos artesanales, entre los que se incluyen baldosas, herrería, papel tapiz y suelos hidráulicos. “Además de colores claros, el bar del lobby cuenta con una pared y una barra de textura dorada, mientras que la terraza dispone de tejidos cálidos y acogedores”.
Las 66 habitaciones del hotel incluyen cuatro en el ático y cinco suites temáticas: Heritage Suite, Games Suite, Spa Suite, Stargazer Suite y dos Naughty Suites.
Cada una es “un concepto de fascinación y exploración de la mente, el cuerpo y el alma”, explica Wanders. Seducción, juego, soñar despierto y observar el cielo nocturno cubierto de estrellas crean experiencias únicas para los huéspedes.
La seducción es algo reservado a la Naughty Suite (en la que siempre hay champán disponible): “se trata de un ambiente en el que los huéspedes pueden liberar sus fantasías e involucrar su sensualidad particular”, dice Wanders. “Con sugerentes tonos intensos y sensuales tejidos aterciopelados alrededor, la experiencia es altamente seductora”.
Lámparas de lágrimas de cristal iluminan una habitación con una cama redonda bajo un espejo en el techo en forma de flor. La pared de textura acolchada funciona como cabecero de cama. “Además, la zona de pole dance invita a los más flexibles a entretener a su espectador”, añade Wanders. Para los que no sean tan flexibles, ¡esperemos que haya un quiropráctico cerca! (Por cierto, el hotel cuenta con un servicio de mayordomo, respaldado por el prestigioso British Butlers Guild).
Al preguntarle cómo se siente al ser bautizado el “Lady Gaga del Diseño” por “The New York Times”, Wanders ve similitudes: ambos abren nuevos horizontes, experimentan, desafían expectativas y traspasan los límites.
“Más que un maestro o director de orquesta, soy el coreógrafo de la belleza y del sentido. Lucho por llevar a los huéspedes a lo largo de un viaje y crear en ellos una sensación de pertenencia. Estoy aquí para crear un ambiente afectuoso, para vivir con pasión y hacer realidad nuestros sueños más apasionantes“.