Los propietarios dejaron Port d´Andratx y decidieron instalarse en Es Capdellà para disfrutar de un entorno más rural. Gracias a la experiencia de Justine Knox, la diseñadora de interiores de Knox Design, la villa ha pasado de ser un espacio oscuro y tradicional a una casa de ensueño espaciosa y llena de luz.
“Las directrices fueron inyectar color sin perder el carisma original”, explica Justine Knox. Se ha conseguido una gran luminosidad gracias a la pintura y a la instalación de iluminación adicional. En la cocina, los carpinteros colocaron los armarios originales fabricados en madera oscura y los pintaron de blanco. Además, se añadió un alicatado de azulejos de color turquesa. Este color fue una petición especial de los clientes y constituye asimismo la tonalidad elegida para el tapizado de las sillas del comedor contiguo.
La residencia está repleta de piezas singulares y poco habituales provenientes de diferentes partes del mundo. Por ejemplo, en el comedor se puede encontrar un cuadro de Vivian Borsani y en la entrada, un antiguo armario traído de China. Bajo la mesa de cristal del comedor se han colocado fragmentos de madera proveniente del mar que dan como resultado una ecléctica mezcla que destila un aire rústico y contemporáneo.
La paleta de colores que se ha utilizado es alegre. El papel de la pared del dormitorio, diseñado por Matthew Williamson, está adornado con piñas y flamencos mientras que en el comedor se puede contemplar una colorida alfombra vintage de patchwork, creada especialmente para esta casa inimitable.
Fotos de Karl Grant, Studio Mallorca
