Encaramada en la ladera de Cala Vinyes, esta casa tiene unas impresionantes vistas que se extienden hasta el otro lado de la bahía de Palma. Se construyó en los años noventa, pero ha estado deshabitada durante la mayor parte de su existencia, pues el empresario mallorquín que inicialmente se había propuesto crear aquí una gran residencia familiar cambió de opinión. La casa, de seis dormitorios, quedó vacía y nadie disfrutó de sus estupendas vistas durante muchos años.
Pero en 2018 la familia decidió que era hora de dar nueva vida al lugar, renovar y reinventar la villa como vivienda de lujo para ser alquilada. Y entonces fue cuando invitaron a Knox Design a participar en el proyecto. Decidieron conservar la mayoría de los elementos de la propiedad, como los elegantes suelos de mármol. Una distintiva rosa de los vientos, visible desde todos los niveles de la casa, se convirtió en el punto de partida para la sutil inspiración marítima del cambio de imagen. El interiorismo y el mobiliario debían funcionar con el diseño existente de la propiedad, que se pensó para simular un crucero, pero con el estilo elegante de un moderno hotel boutique.
Knox Design evocó el ambiente relajado de Mallorca con lámparas de madera, coloridas telas con estampados de peces y relojes de pared náuticos. Al mismo tiempo, creó un ambiente más contemporáneo con el uso de acentos monocromos y atrevidas rayas. La fachada y la piscina adquirieron nueva vida con la sustitución de las barandillas por paneles de vidrio, para aprovechar al máximo la maravillosa vista. En un divertido ejercicio, la simetría de la propiedad se acentuó al duplicar la apariencia de las habitaciones de cada lado.
La directora de Knox Design, Justine Knox, corazón y alma de la empresa, dice en referencia a este proyecto: “Siempre es más difícil trabajar con una propiedad antigua que nueva y moderna, pero personalmente me parece muy gratificante. Son sorprendentes los resultados que se pueden lograr”. Y estamos totalmente de acuerdo con ella.
Photos by Studio Mallorca
