Para muchos propietarios que deciden renovar su propiedad en Mallorca, el estrés y la preocupación suele ser algo inevitable. ¿En quién podemos confiar? ¿Cómo podemos garantizar un buen trabajo? Estos son los tipos de preguntas que circulan en las conversaciones entre amigos en la isla, quienes tras una discusión, eventualmente se decantaran por el nombre de Justine Knox. Diseñadora de interiores, consultora de home-staging y CEO de Knox Design. Con más de veinte años de trabajos de renovación en la isla se ha ganado una reputación inquebrantable y en la que la mayoría de su clientela proviene únicamente del boca a boca. “La forma más efectiva de marketing”, comentamos, cuando conocemos a Justine en uno de sus últimos proyectos de renovación en Cas Catalá. Una hermosa casa para una pareja alemana, que siguiendo su ejemplo, fueron referidos a Justine a través de unos amigos.
Nos llevaron a un recorrido por su nueva casa, que antes de la renovación, tenía tanto pino anaranjado que Justine dice que era más como un “chalet suizo”. Ahora, después de tres meses de arduo trabajo, Justine y su equipo han convertido el lugar en una lujosa villa equipada con paneles solares, cubiertas nuevas y una entrada con alta tecnología. Mientras Justine nos muestra el espacio, su equipo trabaja a su alrededor, pintan, cortan el césped y agregan los toques finales. “Esta pareja tiene previsto volar la próxima semana, así que todo está en marcha”, dice ella, dando un paso al lado para verificar la posición del televisor. La noticia de que la pareja estaba feliz de quedarse en Alemania durante el proceso de reforma y dejar todo en manos Justine, es una prueba de que sus clientes confían en ella. “Con experiencia, se llega a saber lo que quieren tus clientes”, dice ella, apuntando hacia el papel tapiz floral que está detrás de ella. “Pongo mi corazón y mi alma en mis proyectos. No hay estrés para mis clientes, salen del avión y entran directamente en la casa de sus sueños “.
No solo es la naturaleza cálida de Justine lo que le ha valido una amplia red de clientes, sino también sus habilidades de organización. Sin pensarlo mucho, maneja diez proyectos diferentes sobre la marcha, los cuales tienen sus propios grupos de Whatsapp, hojas de cálculo y listas de productos. “Si dentro de cinco años tengo un cliente que quiere reemplazar un florero, puedo tener la referencia de producto en cuestión de minutos”, dice, señalando su teléfono. Hacemos una pausa y uno de los constructores asoma la cabeza para plantearle una duda. Justine se apresura a darle respuesta. Su habilidad para pasar de nuestra conversación, a su teléfono y finalmente al constructor es asombrosa. “Soy una multitareas”, dice sonriendo, antes de denominarse también como una buena solucionadora de problemas. “En esta línea de trabajo, el truco es tener siempre una solución”. Comenta que los clientes no tienen porque saber de la existencia de los problemas. Después de todo, es por eso que confían en Justine Knox y su equipo.
Fotos de Sara Savage