En una reciente anécdota, un hijo adolescente levantó la vista de su pantalla y vio que su madre se veía fantástica. “¡Guau mamá, te ves tan fresca!” Sus palabras deleitaron a la madre y rápidamente se lo trasladó a la Dra. Estrella Fernández, la cirujana oculoplástica responsable de tan agradable transformación.
Nos encontramos con la médico en su clínica en el centro de Palma. Esperamos encontrarnos a alguien vistiendo bata de laboratorio y mascarilla. En cambio, nos recibe con café y bombones con una camisa rosa palo estampada con pingüinos. Después de más de dos décadas trabajando en el rejuvenecimiento facial y de la mirada, hay poco que no pueda hacer. Sin embargo, no se jacta de su destreza y capacidad. Al contrario. Nos dice que la humildad es fundamental para continuar aprendiendo. Su sabio consejo estimula nuestra conversación.
Ella eligió la especialidad oculoplastia por la enriquecedora combinación de conocimiento y creatividad. Su especialidad es el rejuvenecimiento. La Dra. Fernández es tan meticulosa en su trabajo que es capaz de lograr que la cara de un paciente no solo se vea diez o quince años más joven, sino que resulte natural y favorecedora.
El diagnóstico es la clave. Cada rostro que pasa por su elegante oficina se somete a un estudio en profundidad. Revisa los párpados, las cejas, las sienes, las mejillas y todo el tejido subyacente y los ligamentos que sostienen y mantienen, todos los componentes en armonía. “Mis tratamientos se adaptan completamente a cada persona”, dice ella. Incluso les pide a los pacientes que traigan fotos de cuando eran más jóvenes para examinarlas. El objetivo es obtener un aspecto duradero y natural. “La mirada más bella es la original”, nos comenta. “Es una tragedia cuando una cara pierde su naturalidad”.
Estrella observa la tensión excesiva entre mis cejas mientras la entrevisto. “¿Pero no deberíamos aceptar nuestras imperfecciones?” Digo, tratando de no fruncir el ceño tan profundamente. Ella sonríe. “No se trata de las pequeñas imperfecciones, se trata de lo que transmites”, dice ella, “la gente no recordará cuántas arrugas tuviste o si tuviste una ceja ligeramente más alta que la otra. Recordarán si te veías feliz, positiva, o por el contrario triste o cansada… “
Nos maravillamos con las fotos de antes y después de algunos pacientes, la corrección de las bolsas hinchadas debajo de los ojos devuelven la vitalidad a sus rostros. Son personas normales que no pueden reconciliarse con la persona que se refleja en el espejo. “Estoy cansado de que la gente me pregunte si he dormido mal”, comentan algunos pacientes. “Las bolsas de los ojos son una hernia”, dice la Dra. Fernández. Explica cómo los ligamentos alrededor de la cuenca del ojo se debilitan y la grasa se mueve hacia el párpado inferior. La escuchamos cautivados mientras ella describe cómo los repara. “Se llama enfoque transconjuntival”. No requiere cortes en la piel y el tiempo de recuperación es breve.
Le decimos que para hacer su trabajo hay que tener mucho valor. Ella nos responde que no requiere de valentía ya que no tiene miedo. Tampoco sus clientes. Esto se debe a que casi todos ellos han sido recomendados por amigos que han pasado por las manos expertas de la Dra. Fernández. Ni siquiera necesitan abrir la boca para compartir lo satisfechos que están. Su cara lo dice todo.
Photos by Sara Savage
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