Aparte de haber recibido una medalla mundial por su exquisito aceite de oliva en botella de vidrio soplado, este maravilloso lugar gana el premio a la antigüedad y la experiencia: siete siglos, de hecho.
Si los olivos de Son Moragues pudieran hablar, tendrían mucho que decir. Habiéndose criado en una de las fincas más conocidas de Mallorca, sus ojos han visto de todo: desde los primeros esfuerzos de los Moragues, la familia fundadora de la finca en el siglo XIV, pasando por la llegada del archiduque austríaco, que se enamoró completamente de la finca, hasta finalmente llegar a su encarnación actual como uno de los salvadores de la Serra.
Si has paseado alguna vez por las montañas de Mallorca, te hará recordar su carácter especial. El aroma inconfundible de los pinos y las flores, el verde plateado de los olivos extendiéndose por los bancales de piedra seca y el tintineo de las campanas de las ovejas. Un ecosistema único, y por desgracia también un ecosistema amenazado.
«El ochenta por ciento de los olivos antiguos de la Tramuntana y las explanadas de piedra seca sobre las que se cultivan se encuentran en un estado de abandono y desaparecerán en los próximos 10 o 20 años, a no ser que se restaure la agricultura que esculpió este paisaje protegido por la UNESCO», dice el director de la finca Joe Holles.
Eso es precisamente lo que está llevando a cabo el equipo de este valioso lugar a las afueras de Valldemossa. Devolviendo su antiguo esplendor a una parte viva de la historia, trasladando al siglo XXI antiguas tradiciones artesanas para elaborar alimentos deliciosos, auténticos y saludables, se encuentran involucrados en una misión de rescate de esta parte de la Serra, y todos sus clientes juegan un papel importante para prestarles su apoyo.
Con un grupo multicultural con firmes ataduras a la isla de Mallorca, el equipo de Son Moragues está trabajando duro para devolver la finca a su esplendor productivo: 400 hectáreas con más de 10 000 olivos. Los frutos de su trabajo son los estándares de excelencia del aceite de oliva ecológico, las mermeladas ecológicas, los productos frescos y las aceitunas.Siendo la única variedad de aceite de oliva orgánico 100 % mallorquín del mercado, Son Moragues es el sabor de la Tramuntana. Los antiguos árboles orgullosamente erguidos en la finca de 700 años de antigüedad mantienen sus secretos, pero su esencia desata murmullos. Y de lo que habla es de su herencia, regeneración y futuro esperanzador.
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