Valldemossa

La hermosa isla de Mallorca está llena de vistas que cautivan el corazón y el acceso a Valldemossa, el pueblo más visitado de la isla (a solo 20 minutos en coche desde Palma), no es una excepción.

Una carretera de montaña ascendente y sinuosa lleva a este encantador pueblo de montaña, encaramado sobre antiguas terrazas caídas. El tejado turquesa que corona la torre de su monasterio cartujo del siglo XIV, “La Cartoixa de Valldemossa”, es tan brillante como el resplandeciente mar Mediterráneo bajo el sol abrasador.

Viviendo en Valldemossa, tú también puedes convertirte en uno de sus ‘valle de musas’, ( traducción literal de su nombre). Este pueblo de piedra color miel y el paisaje inspirador que lo rodea ha atraído a muchos artistas a lo largo de los tiempos, el más famoso fue el compositor polaco Frédéric Chopin y su amante, la escritora George Sand en 1838. El invierno que pasaron en el monasterio inspiró a Chopin a componer su ‘Preludio de la gota de lluvia’. Valldemossa es también la cuna de Santa Catalina Thomàs, la única y querida santa de Mallorca.

Habiendo atraído a una comunidad artística a lo largo de los años, verás que las propiedades en Valldemossa sirven como una base ideal para pintar y escribir. Las pequeñas casas adosadas que bordean las calles son pintorescas y aunque pequeñas por fuera, a menudo disponen de un dulce jardín o terraza. Valldemossa es un lugar tranquilo gracias, en parte, a su comunidad relajada y al apacible paisaje. Sin embargo, los meses de verano el pueblo experimenta un fuerte aumento de turistas y los recién llegados a Valldemossa deben prepararse para las multitudes y las colas de junio a mediados de septiembre.

A 15 minutos en coche desde el centro del pueblo tomando la sinuosa carretera en forma de horquilla, se llega a este pequeño puerto escondido y pintoresco. El viaje puede ser un desafío, ¡pero ciertamente vale la pena!

El espectacular paisaje evoluciona a medida que desciende por la ladera de la montaña hasta el mar, a través de pinos perfumados, el canto de los pájaros y alguna que otra cabra aventurera. Aquí no hay tiendas, realmente se trata de un ubicación, la tranquilidad y una naturaleza maravillosas.

El puerto con su playa es uno de los pocos a lo largo de la costa noroeste que ofrece un fondeo protegido para los yates visitantes, por lo que es un lugar ideal para fondear en verano y dirigirse a la costa para disfrutar de una paella junto al mar, en su único restaurante, el Restaurante Es Port de Valldemossa.

El atractivo de su paisaje atrae a excursionistas y ciclistas, quienes encuentran la emoción en el desafío de un desnivel de 400 m en solo una distancia de 6 km.

Experimentar Valldemossa es deleitarse con la generosidad natural de la vida. Hay mucho por descubrir, desde pasear por las boutiques y cafés en sus antiguas calles adoquinadas, el mercado local, hasta los pintorescos senderos costeros y de montaña. Es la base perfecta desde la que explorar el paisaje los fines de semana.

Ya sea conduciendo o en bicicleta, la carretera MA-10 hacia Banyalbufar o Deia te deleitarán con espectaculares vistas sobre el mar resplandeciente y la costa, desde miradores como el Mirador de s’Escaleta o la Finca Mirador que perteneció al archiduque Luis Salvador, la residencia Son Marroig y la icónica formación rocosa de Sa Foradada. En el camino de regreso, asegúrese de hacer una parada en los antiguos olivares de la finca de Son Moragues para saborear la auténtica Tramuntana, en una botella de su aceite de oliva 100% orgánico. También puedes reservar un recorrido a través de su sitio web y descubrir todo sobre cómo se produce el aceite de oliva.

La caminata circular de 4 horas por la popular montaña El Teix te llevará a través de bosques de robles y árboles de hoja perenne, siendo el principal atractivo el Cami S’Arxiduc por las fabulosas vistas de la costa. Después de ver la gloriosa puesta de sol, cenar con amigos en Es Taller es la manera perfecta de relajarse, antes de caminar a casa con el cálido aire de la tarde, lleno del perfume de la flora mediterránea.

Es Taller es un fantástico restaurante escondido en un antiguo taller mecánico. El chef Nicolás Gago Aubert es tan apreciado por los residentes como su menú internacional, con una variada selección de sabores internacionales frescos como el carpaccio de pulpo, el cerdo ibérico y el pad thai. El espacio en sí es relajado, luminoso y aireado y la comida se prepara a la vista desde una cocina abierta. Se recomienda encarecidamente reservar en este popular refugio local.

En el corazón de Valldemossa se encuentra Quitapenas. Es un lugar rústico, sin pretensiones y genuino donde se puede disfrutar de un almuerzo, un servicio cálido y amable, una auténtica cocina mallorquina sencilla y deliciosa y cervezas locales servidas en esta antigua bodega de más de 100 años. Son famosos por su pa amb oli. Pruébalo con sobrasada, quesos de la zona o higos.

El Restaurante Valldemossa en el Hotel Valldemossa es una elección elegante. Desde tranquilos almuerzos soleados hasta románticas cenas a la luz de las velas bajo el monasterio con música en vivo los fines de semana. Una excelente opción es cenar en la terraza con maravillosas vistas para relajarse y disfrutar de su excelente cocina mediterránea. Los productos frescos provienen de su propio huerto y el delicioso aceite de oliva s’Olivar de Valldemossa de sus propios olivos. Prueba el cordero mallorquín, ¡es delicioso!

Este tranquilo y pintoresco pueblo de montaña es solo eso y la vida nocturna aquí es tranquila y relajada. Es mejor pasar una velada en Valldemossa disfrutando de un aperitivo antes de la cena en la terraza del Bar S’Olivera o en el Cappuccino, seguido de una cena relajada con amigos, quizás algo de cocina tradicional mallorquina y mediterránea en Can Morio, Es Roquissar o Casa de Sa Miranda.

Para escuchar música en vivo y bailar, dirígete al único bar subterráneo animado de Valldemossa en Carrer Marquès de Vivot después.
La terraza del restaurante Valldemossa es un lugar maravilloso para disfrutar del ambiente de este encantador pueblo de montaña, especialmente a la luz de las velas por la noche después del atardecer.

Para una noche realmente tranquila, dirígete por la ladera de la montaña hasta Port de Valldemossa para tomar una copa con vistas al mar, pero ten cuidado de no beber demasiado, ya que el viaje de regreso puede ser un desafío en el mejor de los casos.

En la antigua carretera de Palma a Valldemossa se encuentra un lugar muy especial, el Agroturismo Son Viscos Hotel. Ahora dirigido por Michael Roberts y su esposa María, los viajeros se han alojado en esta parada de descanso única desde hace años. Lleno de antigüedades que la pareja ha estado importando durante años y vendiendo a través de su “Tienda de muebles antiguos obsoletos”. Los jardines que rodean este hotel de 4 habitaciones son algunos de los más hermosos de la isla.

Para el romance, el espectacular Hotel boutique Valldemossa, encaramado en una colina con vistas a este pueblo mágico, no te decepcionará. Sus 12 habitaciones de diseño único ofrecen un lujo total, así como impresionantes vistas sobre la Cartuja, rodeando los majestuosos paisajes de Tramuntana y hasta la Bahía de Palma.

La palabra “Mirabó” se traduce como “hermosa vista, y el Hotel Mirabó de Valldemossa no defrauda. Su posición privilegiada, a 500 m sobre el valle del pueblo en el corazón de la Serra de Tramuntana, ofrece paz, tranquilidad e inspiración. En 1503 esta finca era originalmente una granja con olivares, antes de que la familia actual comprara la propiedad en 1898.

La Finca Son Brondo ofrece el encanto y la historia mallorquina con vistas al hermoso valle. Esta finca señorial se remonta a la época árabe en el s. XIII y el hotel está repleto de grandes signos de su pasado, al tiempo que ofrece lo mejor de las comodidades modernas. Es un lugar verdaderamente especial.

Compra una propiedad en Valldemossa y vivirás junto a algunas de los lugares más exclusivos de la isla, así como entre los paisajes más llamativos, antiguos y encantadores de Mallorca.

Desde casas renovadas entre las encantadoras calles adoquinadas de la ciudad hasta fincas tradicionales mallorquinas y mansiones históricas y villas de lujo en lugares apartados que ofrecen impresionantes vistas del tramo noroeste de montañas, valles y costa.

La exclusiva urbanización George Sand se encuentra a las afueras de la ciudad, sobre la costa. No hay duda de que la oferta inmobiliaria en venta en Valldemossa ofrece algunas de las residencias auténticas más deseables de la isla.

Este municipio de tan solo 2.000 habitantes ofrece poco en términos de trabajo que no sean tiendas, bares y restaurantes. Vivir en Valldemossa es una elección de estilo de vida.

Palma está a solo 20 minutos en coche y el aeropuerto a 25 minutos, lo que facilita el viaje diario al trabajo en la ciudad, Europa o más allá. Muchas personas con trabajos de alto poder trasladan a sus familias a la zona para aprovechar la inmejorable calidad de vida, mientras se desplazan hacia y desde su trabajo. Por supuesto, poder trabajar desde casa, un privilegio que se está convirtiendo cada vez más habitual, es la mejor forma de disfrutar viviendo en un lugar tan bonito.

Para aquellos que quieran sumergirse en la historia, la cultura y la naturaleza, la finca Son Moragues con más de 700 años trabaja para recuperar olivares milenarios con 10.000 árboles en 100 hectáreas de tierra, a través de programas de gestión. El equipo de Son Moragues está liderando un ambicioso proyecto de regeneración que esperan que inspire a otros en la isla a hacer lo mismo. Los olivos han sido cultivados con la variedad autóctona, por lo que el delicioso aceite de oliva que se produce en esta finca proviene de los mismos árboles de los que habría disfrutado el Archiduque, hace 150 años.

Además de la producción de aceite de oliva, la finca también se utiliza para hacer té de oliva. Katja Wöhr de Flor Sal d’es Trenc y Kate John, conocidas como Dos Alquimistas, cosechan las hojas de olivo y preparan una gama muy popular de cafés con leche e infusiones.

De las obras literarias del poeta, escritor y místico del siglo XIII Ramon Llull, Chopin y su hermosa música, el actor de Hollywood Michael Douglas tiene su hermosa casa en la exclusiva finca de S’Estaca cerca de Port Valldemoss y la artista estadounidense Natasha Zupan tiene casa en el pueblo.

La artista local Julia Colom, de 22 años, siente pasión por mantener vivas las canciones tradicionales de la isla compartiéndolas con toda una nueva generación de mallorquines. La impresionante belleza, los inspiradores paisajes y las vistas de Valldemossa han atraído a personas creativas con amor por preservar la cultura, el patrimonio y el paisaje de la isla, durante siglos.

La cantante local, Júlia Colom también ha dado fama al pueblo a través de su increíble voz. Le apasiona mantener la relevancia de las canciones tradicionales mallorquinas compartiéndolas por todo el mundo. Hasta ahora su hermosa voz la ha llevado a escenarios de Nueva York, Portugal, Barcelona, India, Berlín y Escocia. Hay mucho apoyo entre los vecinos para que Júlia cante por todas partes, compartiendo el mallorquín y canciones de la tierra.

Este encantador pueblo de montaña y su espectacular paisaje evoca el deseo de caminar por cada uno de sus rincones, adoquines, senderos y caminos. Es un lugar maravilloso para perderse y es fácil ver por qué es el pueblo más visitado de la isla.

Vivir en Valldemossa se trata de conectarse con el paisaje, con su pasado, pero permanecer verdaderamente presente a través de la inspiración que se entrelaza en cada aspecto y elemento.
Un lugar para relajarse, inspirarse en la riqueza de su entorno y apreciar su cultura atemporal, una vez experimentada, su corazón e imaginación quedaran capturados para siempre.