Conoce a una vivaz interiorista que ha cruzado un océano para instalarse en Mallorca, donde trabaja en creación de marca y diseño Miami (Florida): bella, sexi, espléndida. Cristina Egurrola tenía que ser de allí, de una embriagadora ciudad que siempre marca tendencia. Muy creativa, esta diseñadora de interiores y competente profesional hace notar su lugar de origen en cada trabajo que aborda.
Está en la pajarita y los manguitos del camarero del Randemar del Port de Sóller – un proyecto para ella muy personal – o en el hilarante mensaje de la pared del Bite del Portitxol. También está en la sorprendente y atrevida decoración del Noname, y en los delicados arreglos florales de las mesas del nuevo y delirante Max Garden de Palmanova, y en la lámpara de araña amarilla de una casa particular que, de algún extraño modo, ‘funciona’. Estos ejemplos de diseño de lujo en las Baleares y los proyectos arquitectónicos que Lala Home ha acometido por doquier son edificantes y divertidos.
Sin ningún temor al riesgo, la creadora de Lala dejó su tierra natal, donde tenía hecha una carrera profesional en el mundo de la moda, para vivir su propia historia de amor en Mallorca, con el hombre que se iba a convertir en su marido. La misma valentía y decisión se halla en su trabajo, que se caracteriza por ir más allá del interiorismo convencional.
Los detalles que llaman la atención en los espacios creados por Cristina son reflejo del alma de la marca del lugar. Surgen de una idea embrionaria y evolucionan hasta plasmarse en un concepto. El cliente de hoy en día no se deja engañar por lo espurio; es lo auténtico, lo real y veraz, lo que le motiva y anima. Lala Home plasma la marca del establecimiento en todos sus rincones con mucha naturalidad, de modo que deja huella en todo cuanto toca.
Entusiasma, inspira, estimula. El trabajo de Cristina Egurrola, como Miami, su ciudad de origen, trasciende fronteras. Y es divertida la confluencia de Miami con Mallorca.